Los asesinatos que tienen en crisis al gobierno de Irlanda del Norte y su proceso de paz
Irlanda del Norte vive una crisis política que remite a la guerra interna entre los católicos separatistas y los protestantes que están a favor de mantener la unión del territorio con Reino Unido.
Ambos han estado compartiendo gobierno desde 2007. Pero esta semana el primer ministro Peter Robinson, quien representa al Partido Democrático Unionista (DUP), decidió renunciar a su cargo.
La razón: dos asesinatos que volvieron a darle protagonismo al polémico Ejército Republicano Irlandés (IRA), oficialmente desmantelado en 2008.
"No puedo permanecer en una coalición que sigue trabajando con criminales", dijo Robinson durante una rueda de prensa que tuvo lugar este martes.
Pero, ¿cómo se produjo esta crisis, la más grave desde que se firmaron los acuerdos de paz del Viernes Santo el 10 de abril de 1998?
Dos muertes
El origen del torbellino político que sacude a la nación británica son dos muertes violentas y lo que ocurrió en los meses que pasaron entre ellas.
El 10 de mayo pasado Gerard "Jock" Davison, un exjefe del IRA, cumplía con su rito diario de recoger el diario en el frente de su casa, ubicada en un barrio del este de Belfast, cuando un hombre se le acercó y le disparó cuatro veces en la cabeza.
Davison murió de inmediato y la policía norirlandesa, PSNI, comenzó a investigar el caso.
Uno de los sospechosos de estar involucrado en el crimen de Davison era Kevin McGuigan, exmiembro de IRA y actualmente dedicado padre de familia, quien a la vez tenía una amistad cercana con Davison.
McGuigan fue interrogado por la policía en varias oportunidades y aparecía como uno de los actores intelectuales del hecho.
Sin embargo, mientras las investigaciones avanzaban para esclarecer la muerte de Davison, el pasado 13 de agosto, en un barrio del oeste de Belfast, McGuigan fue atacado por una persona armada.
McGuigan, de 43 años, murió mientras era trasladado al hospital por las heridas producidas por los impactos de bala.
Los antecedentes
¿Por qué estos dos crímenes tienen en vilo el acuerdo de paz de Irlanda de Norte y la coalición de gobierno que le ha traído estabilidad al país desde 2007?
El primer ministro de Irlanda del Norte, Peter Robinson, renunció a su cargo esta semana.
La respuesta está en dos de las condiciones para la firma de los acuerdos de paz de abril de 1998 entre los distintos representantes de los grupos políticos Irlanda del Norte y el gobierno de Reino Unido, conocido como los acuerdos de Viernes Santo.
Uno era el desarme de los grupos paramilitares. En otras palabras, se debía detener el accionar del IRA, que había sido responsable de varios atentados y crímenes en los últimos 40 años de conflicto por la independencia del país.
Aquello se logró, al menos en el papel, el 3 de septiembre de 2008, cuando el IRA se declaró oficialmente desmantelado.
"El Consejo Armado ya no está operativo y además no existe una estructura de líderes capaz de organizarse", informó la Comisión Independiente de Control del acuerdo de paz.
Otra de las condiciones inscritas en el acuerdo de Viernes Santo era que para formar un gobierno había que conseguir el apoyo de las facciones católicas y protestantes.
La secretaria de Estado de Irlanda del Norte, Theresa Villiers, afirmó que la situación en el país es "muy grave".
Y, en 2007, el Partido Democrático Unionista (de orientación protestante), liderado por Ian Paisley, ganó las elecciones, pero necesito sumar el respaldo del Sinn Féin –antiguo brazo político del IRA y de orientación católica– para quedarse en el poder.
Asuntos del pasado
Esta coalición se reafirmó en 2011 y se mantuvo… hasta la semana pasada, cuando las investigaciones sobre la muerte de McGuigan condujeron a la captura de cuatro miembros del Sinn Féin, entre ellos Bobby Storey, coordinador del partido en el norte del país.
Fue entonces que se conoció el reporte de la policía que puso a temblar al establecimiento político de Irlanda del Norte, por el temor de la reaparición de las acciones del IRA.
De acuerdo a las investigaciones, la muerte de "Jock" Davison en mayo fue una represalia tras un atentado en contra de McGuigan, por varias actividades que habían llevado a cabo cuando ambos eran miembros activos de la organización.
El informe policial conocido por la BBC relata que Davison había dado la orden de matar a McGuigan después de que ambos coordinaran acciones armadas contra traficantes de drogas.
Los representantes del Sinn Féin, Martin McGuiness y Gerry Adams afirmaron que "el IRA se ha ido y no regresará".
Y la muerte de McGuigan no habría sido otra cosa que el cobro por la muerte de Davison.
La captura –y posterior puesta en libertad– de los miembros del Sinn Féin levantó las ampollas en la coalición liderada por el DUP, que no quiere estar conectado con ninguna actividad que tenga al IRA en su etiqueta.
"Todos deberíamos estar muy preocupados si se descubre que hay miembros del IRA involucrados en este hecho.
Soy muy claro, habrá grave consecuencias si esto resulta ser cierto", dijo Robinson a los medios.
Rechazo del Sinn Féin
Pero ante las insinuaciones del DUP sobre la conexión entre el IRA y el Sinn Féin, los distintos líderes de esta agrupación salieron a rechazar cualquier intento que permita la desestabilización de la coalición de gobierno
"Seré claro en esto: el IRA se ha ido y no regresará" le dijo a los medios Gerry Adams, presidente del Sinn Féin y una de sus figuras más representativas durante el proceso de paz norirlandés.
"Cualquiera que viole la ley debe ser considerado responsable por la justicia y las agencias policiales. Sinn Féin apoya a estas agencias y cooperará con el PSNI en sus investigaciones sobre las muertes de Jock Davison y McGuigan", añadió.
El gobierno de Reino Unido, al que pertenece Irlanda del Norte, expresó su preocupación sobre la crisis política en la isla.
El Ejército Republicano Irlandés, IRA, fue desmantelado oficialmente el 3 de septiembre de 2008.
"El objetivo de mi gobierno es transparente: queremos trabajar con los políticos de Irlanda del Norte donde la política funcione, la economía crezca y que no esté definida por las divisiones del pasado, sino por su futuro compartido", dijo el primer ministro de Reino Unido, David Cameron.
También el enviado especial de Estados Unidos al país, Gary Hart, instó a los partidos a no dejar el diálogo.
"Estados Unidos apoya de forma enérgica las conversaciones entre los diversos partidos del país y de nuevo anima a que se encuentre una salida que fortalezca el proceso que se ha construido hasta ahora", dijo.
Este viernes continuaban las conversaciones entre ambos partidos, DUP y Sinn Féin, con el ánimo de determinar las responsabilidades en los hechos de mayo y agosto pasado y decidir el futuro de la coalición de gobierno.