Arqueólogos sudafricanos han descubierto las huellas de más antiguas de nuestra especie. Según un nuevo estudio, la huellas tendrían 153.000 años de antigüedad. Aunque se conservan huellas más antiguas de otras especies de homínidos en África, Asia y Europa, estas son las más antiguas de Homo sapiens, que evolucionó en África hace unos 300.000 años.
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Este hallazgo sin precedentes se suma ya más de 100 huellas de nuestros antepasados homínidos halladas en África en los últimos 40 años.
Según el artículo, publicado en la revista Ichnos, un equipo de investigadores de la Universidad Nelson Mandela ha descubierto siete antiguos rastros humanos y mediante la técnica de luminiscencia ópticamente estimulada (OSL, por sus siglas en inglés) pudo determinar la antigüedad de las impresiones.
Gran aporte arqueológico
Según los investigadores, las huellas representan un gran aporte al registro arqueológico, ya que "no sólo pueden indicar que los humanos se desplazaban por estas superficies como individuos o como grupos, sino también evidenciar algunas de las actividades que realizaban", escriben en el estudio.
Se cree que los yacimientos hallados fueron habitados por humanos hasta hace al menos 50.000 años y que, hasta que los habitantes de esta zona se desplazaron a otras regiones, esta parte de la costa fue un centro de actividad humana durante más de 100.000 años antes de esa fecha.
Labor a contrarreloj
Las huellas humanas son con frecuencia impresiones de rodillas o de otras partes del cuerpo que se han conservado a lo largo del tiempo en las dunas costeras que con el tiempo se cementaron. Los investigadores pudieron calcular el tiempo transcurrido desde la última exposición a la luz solar de los granos de cuarzo o feldespato que se encuentran dentro o cerca de las huellas fosilizadas.
Gracias a más artefactos arqueológicos y restos óseos hallados junto a las huellas, los investigadores pueden definir a qué especie pertencen las marcas. Se trata de una labor a contrarreloj, ya que la erosión poco a poco destruye las huellas. "Sospechamos que hay más icnitas de homínidos esperando a ser descubiertas en la costa sur del Cabo", escribieron en The Conversation Helm y Andrew Carr, coautor del estudio. "También son vulnerables a la erosión, por lo que a menudo tenemos que trabajar rápido para registrarlos y analizarlos antes de que los destruyan el océano y el viento".