En mayo de 1969, la misión del Apolo 10 marcó un hito en la exploración espacial al realizar un ensayo general para el primer aterrizaje humano en la superficie lunar. Durante esta histórica misión, los tres astronautas lograron orbitar alrededor de la Luna durante más de 10 horas y llevar a cabo importantes maniobras, incluyendo la separación y posterior reunión con un módulo de aterrizaje lunar.
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Sin embargo, mientras se encontraban en la cara oculta de la Luna, en un ambiente solitario y enigmático, los astronautas afirmaron haber escuchado un misterioso "silbido". Uno de ellos describió este sonido como si viniera de la música del espacio exterior. Esta declaración generó especulaciones acerca de si los astronautas del Apolo 10 habían escuchado música alienígena proveniente del espacio exterior durante su órbita lunar en 1969.
¿Escucharon entonces los astronautas del Apolo 10 música extraterrestre mientras orbitaban la Luna en 1969? La respuesta es no. No obstante, es cierto que los astronautas del Apolo 10 escucharon extraños silbidos que, en su momento, describieron como "música del espacio exterior". Por lo que la verdadera pregunta es: ¿qué fue lo que realmente escucharon ese día los astronautas?
La verdadera historia detrás de los extraños silbidos
En las grabaciones de audio de la misión Apolo 10 se puede apreciar un interesante diálogo entre los astronautas Gene Cernan y John Young. Durante el vuelo, Cernan, quien estaba al mando del módulo lunar, le pregunta a Young, piloto del módulo de mando, si escucha "ese silbido...". Cernan describe el sonido como música y menciona que incluso parece provenir del espacio exterior.
Posteriormente, ambos astronautas preguntan a Tom Stafford, quien se encuentra en el módulo lunar junto a Cernan, si también puede oírlo. Coinciden en que es algo realmente extraño, y Young menciona: "Tendremos que averiguarlo. Nadie nos creerá".
Posteriormente, según informó Space.com, durante la misión del Apolo 11, la NASA advirtió a la tripulación, incluido Michael Collins, sobre la posibilidad de escuchar sonidos inusuales. Collins, quien permaneció solo en el módulo de mando mientras Neil Armstrong y Buzz Aldrin se dirigían a la superficie lunar, notó un extraño y perturbador sonido en sus auriculares, describiéndolo como un "woo-woo" en su libro "Carrying the Fire: Los viajes de un astronauta". Afortunadamente, la NASA ya había proporcionado una explicación para ello.
"Los técnicos de radio (más que los fanáticos de los ovnis) tenían una explicación lista para ello", escribió Collins. "Fue una interferencia entre las radios VHF (de muy alta frecuencia) del Módulo Lunar y del Módulo de Mando".
"Si no me lo hubieran advertido, me habría dado un susto de muerte", agregó Collins.
La NASA puso en línea las transcripciones de las transmisiones del Apolo 10 en 2008, aunque los propios documentos dicen que habrían sido desclasificados en 1982. La NASA también puso los archivos de audio en línea en 2012, según la Oficina de Historia de la NASA.
Interferencia entre las radios VHF de los dos vehículos
Para entender cómo pudieron originarse los sonidos y zanjar las diferentes versiones con guiños a fenómenos más extraños, hay que entender un poco cómo funciona la radio y cómo se crean y mitigan las interferencias electromagnéticas. Como explicó Paul D. Spudis, científico del Lunar and Planetary Institute de Houston, en un artículo del Smithsonian Magazine de 2016, estos sonidos pueden explicarse por la interacción de las señales de radio y la generación de frecuencias de batido.
De acuerdo con Spudis, en las misiones Apolo, se utilizaban múltiples enlaces de radio para diversas comunicaciones, como telemetría, datos biomédicos y de navegación. La radio toma una señal de alta frecuencia y modula la amplitud o la frecuencia para transportar información.
La producción de ondas de radio puede generar armónicos no deseados, por lo que los ingenieros deben minimizarlos y limitar la emisión de señales de radio parásitas. Cuando dos señales de radio interactúan, pueden mezclarse y generar una frecuencia de batido. En un entorno complejo como una nave espacial, con numerosos componentes en funcionamiento simultáneo, es probable que ocurran interferencias de radiofrecuencia.
Así, según Spudis, los sonidos descritos por los astronautas del Apolo 10 y otras misiones se asemejan a los tonos generados por las frecuencias de batido. Estos sonidos pueden aparecer y desaparecer debido a sistemas que se encienden solo parcialmente. En resumen, la aparición y desaparición misteriosa de los sonidos está relacionada con este fenómeno de interferencia de radiofrecuencia.
Aunque la explicación técnica eliminó la posibilidad de que fueran canciones extraterrestres, muy a pesar de quienes quieran creer lo contrario, la experiencia de los astronautas sigue siendo fascinante. En su exploración de lo desconocido, estuvieron expuestos a fenómenos inesperados que, por un breve instante, desafiaron su comprensión. Pero, afortunadamente para todos, la ciencia estaba allí para investigar y aportar una respuesta real a lo que los astronautas del Apolo 10 experimentaron aquel día.