La violenta jornada de huelga que se vivió el lunes en Hong Kong, se prolongó durante la jornada de este martes, teniendo como campo de batalla a las universidades de la ciudad.
Las escenas registradas por medios de comunicación y manifestantes fueron especialmente tensas en la Universidad China de Hong Kong, donde se llegó a vivir una auténtica batalla campal, con los policías lanzando gas lacrimógeno y los manifestantes prendiendo fuego a las barricadas improvisadas. Mientras que en la universidad politécnica hubo enfrentamientos cuando la policía intentaba detener a una estudiante.
Debido a lo violento de los enfrentamientos, varios centros educativos de la ciudad anunciaron la suspensión de las clases hasta este miércoles debido a la compleja situación.
Del mismo modo, algunos servicios de transporte público volvieron a verse interrumpidos. Los manifestantes bloquearon por segundo día la red de transportes y lanzando objetos a las vías impidiendo la salida de los trenes subterraneos.
Las protestas de ayer lunes y de hoy (12.11.2019), registradas bajo el amparo de una huelga, representan un cambio de estrategia en el movimiento, que hasta ahora limitaba las acciones más contundentes a los fines de semana.
El recrudecimiento de la situación ha llevado a la Policía a asegurar que la sociedad hongkonesa se encuentra al borde del colapso: "Las muchedumbres violentas han perturbado de forma grave y extensa las vidas de los ciudadanos", dijo el superintendente en jefe del cuerpo Kong Wing-Cheung.
Mientras que la jefa del Gobierno local, Carrie Lam, volvió a comparecer en una rueda de prensa acusando a los manifestantes de ser egoístas por continuar tratando de paralizar la ciudad mediante lo que calificó "actos vandálicos".
Más tajante fue el portavoz de la cancillería china Geng Shuang, quien reiteró que lo más importante para Hong Kong es "parar la violencia y el caos, así como restaurar el orden", y ratificó la confianza del Gobierno central en la capacidad de Lam para "garantizar la seguridad de los ciudadanos".