AFP
La Fuerza Armada de Venezuela dio este jueves un rotundo apoyo al presidente Nicolás Maduro, en medio del conflicto entre el gobierno chavista y el parlamento de mayoría opositora que desató en el país una crisis institucional.
Ante el mandatario, el gabinete ministerial y cientos de soldados, el general en jefe de la institución castrense y ministro de Defensa, Vladimir Padrino, reiteró a Maduro la "absoluta lealtad" e "irrestricto apoyo" de los militares.
En un acto solemne en el cuartel donde reposan los restos del líder Hugo Chávez, Padrino expresó "indignación" porque el jefe del Parlamento, el acérrimo opositor Henry Ramos, retiró de la sede legislativa todas las imágenes del expresidente -fallecido en 2013- y algunas del líder independentista Simón Bolívar.
"Se ha ultrajado el honor militar", aseveró Padrino con gesto adusto, al calificar el desmonte de los paneles, afiches y cuadros como un "acto decadente y ominoso".
Flanqueado por el jefe castrense y otros oficiales, Maduro agradeció en la ceremonia el respaldo, denunció que Estados Unidos alienta la confrontación interna para intervenir en Venezuela con apoyo de la oposición y reiteró su repudio al "ultraje contra Bolívar y Chávez".
Y al cerrar el acto, tomó juramento a los mandos militares bajo el enunciado de "unión cívico-militar", con el que Chávez solía referirse a que gobernaba con el apoyo de la Fuerza Armada, de unos 165.000 efectivos.
Ese precepto es criticado por la oposición, que sostiene que la institución militar no es deliberante.
Más temprano, justificando su decisión, Ramos Allup señaló que había reparado "un abuso", pues según él nunca antes la imagen de un expresidente había copado el palacio legislativo, y agregó que se oponía a exhibir el "retrato distorsionado" de Bolívar, resultado de una reconstrucción morfológica impulsada por Chávez.
El gobierno organizó una manifestación de "desagravio" en la Plaza de Bolívar este jueves y anunció que llenará los espacios públicos de Caracas con imágenes de Chávez y Bolívar. "¡A Chávez no se le toca!", dijo un hombre en la concentración.
Colisión frontal
Ahondando la confrontación política, diputados chavistas pidieron al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declarar "nulas" las decisiones de la Asamblea Nacional, por considerar que cometió "desacato" al juramentar a tres legisladores opositores cuya proclamación había suspendido el órgano judicial al admitir una impugnación del oficialismo.
"Si el Poder Legislativo está en desacato (...) aquí lo que cabe es hacer caso omiso de las decisiones que tomen en este circo que han montado. Estamos ante un parlamento ilegal y por tanto sus decisiones son ilegales, nulas", advirtió el diputado Pedro Carreño al presentar la demanda.
Desafiando al TSJ, al que la oposición acusa de servir al chavismo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reivindicó con esa juramentación la mayoría calificada de dos tercios (112 de las 167 curules) que ganó en los comicios del 6 de diciembre, enterrando casi 17 años de dominio chavista en el Congreso.
"No hemos incurrido en desacato, quienes incurren en desacato es quien desacata la voluntad popular", refutó Ramos, un curtido diputado y acérrimo antichavista de 72 años.
Carreño también fustigó la creación, por la mayoritaria bancada de la MUD, de una comisión para revisar el nombramiento de 34 magistrados del TSJ por parte del oficialismo poco antes de dejar el control legislativo.
"Estamos en un proceso de transición muy especial. Hay una confrontación porque no había separación de poderes", precisó a la AFP Mercedes Pulido, académica de prestigiosas universidades venezolanas.
Crisis política y económica
El martes, durante la instalación del Legislativo, Ramos Allup planteó la hoja de ruta de la MUD: presentar en un máximo de seis meses una vía legal para cambiar el gobierno, aprobar reformas económicas y una amnistía para presos políticos, por la cual abogó este jueves la jerarquía de la Iglesia católica.
"Para un golpe de Estado se necesitan cojones. Vamos a ver si los tienen", afirmó el número dos del chavismo y exjefe parlamentario, Diosdado Cabello, quien también retó a la MUD a aprobar la amnistía: "¿Quién les va a soltar a los presos?", cuestionó.
Para encarar la nueva realidad política del país con lo que llama "un parlamento burgués" y una creciente crisis económica, Maduro reorganizó su gobierno con un gabinete que reveló la apuesta por una línea dura de izquierda en materia económica.
"Las expectativas de conflicto institucional aumentan las expectativas negativas sobre la evolución de la economía nacional", opinó el economista Luis Vicente León.
Con las mayores reservas petroleras del mundo, Venezuela sufre el desplome de los precios del crudo -fuente del 96% de sus divisas-, un déficit fiscal de 20% del PIB, 200% de inflación, severa escasez y una contracción económica del 6% en 2015, según cálculos privados.