AFP
Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) contracan con suicidas y coches bomba para defender sus feudos de Minbej y Tabqa en el norte de Siria, aseguró una ONG.
El grupo ultrarradical se enfrenta desde el 31 de mayo a una ofensiva lanzada por combatientes árabes y kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que intentan arrebatarle Minbej.
Este feudo yihadista está asediado, lo que corta el acceso del EI a la principal carretera por la que se abastecía desde Turquía.
Según una oenegé, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), la entrada de las FDS en la ciudad, situada en la provincia de Alepo, "es más lenta por los ataques casi diarios de suicidas del EI".
El viernes, el grupo yihadista cometió "siete ataques —dos suicidas y cinco con coches bomba— en un suburbio al sudoeste de Minbej", informó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Las FDS, que cuentan con el apoyo aéreo de la coalición antiyihadista dirigida por Estados Unidos, avanzan despacio debido a las decenas de miles de civiles atrapados en la ciudad.
Centenares de civiles consiguieron huir de Minbej donde, según los comandantes de las FDS, el EI los usa como "escudos humanos", al igual que hace en otros bastiones de Siria e Irak.
El viernes, los yihadistas dispararon a seis miembros de una familia que intentaba huir por el lado este de Minbej. Murieron todos: el padre, la madre, dos hijas y dos hijos, dijo Abdel Rahman.
Según él, "los yihadistas todavía pueden resistir en la ciudad porque cuentan con provisiones".
La batalla causó al menos 467 muertos (352 yihadistas, 37 de las FDS y 78 civiles), según un balance del OSDH.
En la provincia aledaña de Raqa, más al este, el ejército sirio, respaldado por la aviación de Rusia, su aliado, intenta a duras penas avanzar para reconquistar la localidad de Tabqa pero se topa con un fuerte resistencia de los yihadistas.
El jueves el ejército registró diez bajas en un ataque suicida yihadista, después de un atentado similar cometido por cuatro hombres, menores de edad, que se cobraron la vida de 12 combatientes prorrégimen, precisó el OSDH.
El ejército se encuentra a 15 km del aeropuerto militar de Tabqa, su principal objetivo.
En la misma provincia de Raqa, las FDS lanzaron una ofensiva el 24 de mayo contra el EI, pero se paró tras el comienzo de la batalla por Minbej.
La guerra en Siria comenzó tras la cruenta represión por parte del régimen de una revuelta pacífica contra el gobierno del presidente Bashar al Asad.
Inicialmente oponía el régimen a los rebeldes pero se complicó con la entrada en acción de los yihadistas, muchos de ellos procedentes del extranjero, y de potencias regionales e internacionales.
En los combates al sur de la ciudad de Alepo, desde el martes murieron 186 combatientes en las filas del régimen y en las de los rebeldes, según el OSDH.
Entre las víctimas mortales figuran 25 combatientes del Hezbolá chiita libanés. "Es el mayor número de bajas para el Hezbolá en una sola batalla desde 2013", afirmó Abdel Rahman. También murieron al menos 100 miembros del Frente al Nosra, el brazo sirio de Al Qaida, y combatientes rebeldes.
En Alepo, las fuerzas de Asad siguen lanzando barriles llenos de explosivos contra las zonas bajo mando de los rebeldes, que a su vez bombardean los sectores partidarios del régimen.