Corea del Sur anunció el sábado que iba a aumentar las restricciones en todo el país a partir de domingo para intentar frenar el creciente rebrote del nuevo coronavirus.
El país, que fue considerado un ejemplo en la lucha contra la pandemia al controlar rápidamente el primer brote, registró el sábado 332 casos, la cifra diaria más alta desde marzo.
La semana pasada, las autoridades decidieron imponer nuevas medidas restrictivas en la región de Seúl, pero con más de 300 casos declarados dos días consecutivos, decidieron extenderlas a todo el país.
"Estamos en una fase muy inestable que podría ser el principio de una segunda ola nacional", estimó el ministro de Sanidad Park Neung-hoo en una rueda de prensa.
Corea del Sur prohibió desde el martes las grandes concentraciones y ordenó el cierre de las discotecas, los museos y algunos restaurantes en Seúl y sus alrededores.
Estas medidas conciernen las reuniones de grupos y también las actividades deportivas profesionales, que deberán volverse a celebrar a puerta cerrada.
A partir de medianoche, también se cerrará el acceso a todas las playas del país.
Hasta la fecha, Corea del Sur ha registrado un total de 17.002 casos de contagios, la mitad de ellos en la región de Seúl, y 309 decesos, en una población de 51 millones de habitantes.