La mayoría de los refugiados que serán trasladados son afganos, a los que el Gobierno de Bulgaria considera problemáticos, después de los disturbios acaecidos el viernes (25.11.2016) en un centro de acogida de la ciudad de Harmanli.
"Los inmigrantes que se nieguen a respetar las leyes búlgaras o creen problemas para el orden público serán aislados de los centros de población. Además, se buscará el modo de extraditarlos de Bulgaria cuanto antes", declaró el primer ministro, el populista conservador Boiko Borisov, durante una visita a ese centro.
Más de 400 inmigrantes fueron detenidos y al menos 24 policías resultaron heridos, según datos oficiales, durante una violenta protesta de los refugiados el jueves contra la prohibición de abandonar el centro.