Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil y considerado el "arquitecto" del juicio político a Dilma Rousseff, está detenido.
Fue arrestado preventivamente al mediodía de este martes en Brasilia por el caso de corrupción pública conocido como "Lava Jato", que en español significa "lavado de coches".
Se trata de un escándalo de corrupción, considerado el mayor en la historia de ese país, relacionado con un esquema de sobornos desde la gigante petrolera estatal Petrobras.
Por el mismo caso también es investigado el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La esposa de Lula, Marisa Leticia, y otras seis personas de su entorno también han sido acusadas.
Tanto Lula y su entorno como ahora Cunha niegan las acusaciones. El exdiputado en su momento dijo: "Estoy pagando un alto precio por haber dado inicio al impeachment (juicio político)".
Detención de Cunha
Cunha, quien hace unas semanas fue despojado de su escaño parlamentario, fue detenido por orden del juez Sergio Moro, quien investiga su presunta participación en la red de corrupción.
Su casa en Río de Janeiro también fue allanada en busca de documentación y evidencias que lo vinculen con el caso.
Cunha es sospechoso de lavado de dinero, corrupción y fuga de divisas.
En concreto, es acusado de haber recibido sobornos por US$5 millones relacionados con dos contratos para la construcción de dos buques para la petrolera controlada por el Estado.
"Lava Jato"
Decenas de políticos y ejecutivos de Petrobras han sido arrestados y sentenciados en los últimos meses como resultado de la investigación de la operación "Lava Jato".
El exdiputado Cunha es dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el presidente del país, MichelTemer, quien está en el poder desde el pasado 31 de agosto, tras la destitución definitiva de la exmandataria Dilma Rousseff.
La justicia brasileña sostiene que contratos con sobreprecios hechos con Petrobras fueron otorgados a cambio de sobornos.
Parte del dinero obtenido de forma ilícita se habría utilizado para financiar la campaña electoral de políticos de alto perfil brasileños, alegan los investigadores
