Panamá extradita a México al exgobernador de Quintana Roo para que sea juzgado por lavado de dinero
Luego de varios meses de esfuerzos legales para evitar su extradición, el exgobernador mexicano Roberto Borges fue entregado por las autoridades panameñas a México, en donde será procesado por lavado de dinero y otros delitos.
Borges, quien fue gobernador de Quintana Roo (2011-2016), fue capturado en junio pasado a petición de la justicia mexicana, pero su extradición se demoró por los recursos judiciales que interpuso su defensa, los cuales fueron desestimados.
Un juez mexicano pidió hace sesis meses la captura de Borge y otros cuatro posibles cómplices.
Fueron acusados de haber llevado a cabo una millonaria operación de compraventa de tierras estatales de Quintana Roo a un precio mucho más bajo que el real, con el objetivo de lavar dinero.
Además de ese delito, Borge también enfrenta cargos de aprovechamiento ilícito del poder, peculado y desempeño irregular de la función pública.
Este jueves fue entregado por las autoridades de Panamá en Ciudad de México a agentes federales, quienes lo trasladaron a una prisión en la zona metropolitana de la capital mexicana.
"Nueva generación de priistas"
Además del asunto de la compra de tierras estatales, Borges es acusado de un quebranto al erario público de Quintana Roo de alrededor de US$156 millones, lo cual contribuyó a elevar la deuda del estado.
El exgobernador también ha sido relacionado con la compra ilegal de una empresa de embarcaciones turísticas.
Luego de salir de México, tras concluir su gestión en 2016 y quedar sin fuero, el expolítico llegó a Panamá en donde intentó tomar un vuelo hacia París.
En el Aeropuerto Tocumen de Ciudad de Panamá fue detenido por efectivos de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) y agentes locales de investigación criminal.
Desde entonces intentaba evitar su extradición a México.
Casi una docena de gobernadores mexicanos han sido arrestados o han huido en años recientes tras ser acusados de corrupción.
Borge, de 37 años, fue electo por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), formación a la que perteneció por más de tres décadas antes de ser expulsado a raíz de su escándalo de corrupción.
Su salida de México hacia Centroamérica fue similar a la del exgobernador Javier Duarte, del estado de Veracruz, quien tras ser capturado en Guatemala fue entregado a México y enfrenta un juicio por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Los casos de Duarte y Borge adquirieron una mayor relevancia luego de que el presidente Enrique Peña Nieto los considerara en su momento "jóvenes de una nueva generación de priistas".
César Duarte, exgobernador de Chihuahua y otro de los políticos que Peña Nieto consideró alguna vez ejemplares, actualmente se encuentra prófugo de la justicia.