El morado fue el color elegido para despedir a Heather Heyer.
Era el color favorito de la joven de 32 años que el sábado pasado murió arrollada por James Fields cuando protestaba contra la marcha de supremacistas blancos que se congregaron en Charlottesville, Virginia.
Decenas de personas entre familiares, amigos, vecinos y representantes políticos acudieron este miércoles al funeral en memoria de la asistente legal y activista que fue recordada con profundo cariño y admiración por su compromiso con la justicia social.
"No miren a un lado"
Emocionada pero con firmeza, la madre de Heather, Susan Bro, dedicó unas palabras no sólo a su hija sino a todos los allí presentes e incluso a quien acabó con ella.
"Intentaron callar a mi niña matándola? ¿pues saben qué? la han amplificado", expresó.
"Creo que la razón por la que lo sucedido a Heather ha tocado la fibra sensible es porque sabemos que lo que hizo es realizable", continuó.
"No todos tenemos que morir, pero recuerden en su corazón: 'si no estás indignado es que no estás prestando atención'".
Esta fue la última frase que compartió Heather en Facebook y se ha convertido en una suerte de lema en su memoria, hasta el punto de que muchos de los asistentes al funeral vistieron camisetas con la imagen de Heyer y estas palabras grabadas.
"Encuentren lo que está mal, no lo ignoren, no miren a otro lado y pregúntense qué pueden hacer para marcar la diferencia", declaró Bro.
"Así es como harán que la muerte de mi niña merezca la pena. Preferiría tenerla a mi lado, pero si tengo que renunciar a ella, que valga la pena", subrayó.
El padre de Heather, Mark Heyer, también subió al escenario.
Con dificultades para contener la emoción, Heyer dijo que ningún padre debería tener que hacer algo así.
Los padres de la joven quisieron mantener el evento como un tributo pacífico y pidieron respeto cuando algunos de los presentes levantaron la voz para criticar al presidente Donald Trump por su reacción ante los sucesos del fin de semana en Charlottesville.