Qué observar. Este domingo se realiza la segunda vuelta de la elección de gobernadores que, en la Región Metropolitana, enfrentará al independiente Claudio Orrego —actualmente en el cargo y apoyado por el oficialismo— y al candidato de Chile Vamos, Francisco Orrego (RN). El escenario está abierto, pese a que según los sondeos el ex DC corre con relativa ventaja.
- En primera vuelta, y con el 100% de las mesas escrutadas por el Servel, Orrego Larraín obtuvo 1.644.699, equivalentes al 38,6% de las preferencias, por debajo del 40% necesario para ser reelecto esa noche.
- Orrego Gutiérrez, por su parte, obtuvo 1.176.628 votos, un 27,6% de los votos, que lo dejaron 468.071 sufragios por debajo del gobernador.
- En total, el 26 y 27 de octubre corrieron en la Región Metropolitana ocho candidatos de distintas sensibilidades, hubo un 9,41% de votos nulos y 5,99% de votos blancos.
Las proyecciones. Ese factor ha dificultado los pronósticos para esta jornada de balotaje. En Chile Vamos esperan resultados estrechos e incluso favorables a su candidato frente a quien actualmente ejerce el cargo. Sin embargo, según el experto electoral y exdiputado, Pepe Auth, Claudio Orrego es el favorito para llevarse el triunfo, en un resultado que podría moverse entre 53/47 y 55/45.
- Si bien se trata de elecciones independientes, la suma de los votos obtenidos por los candidatos de izquierda por un lado y de derecha, por otro, dan la preferencia al actual gobernador:
- Los porcentajes obtenidos por Francisco Orrego (27,6%); Macarena Santelices (9,74%); Rodrigo Logan de la lista Partido Social Cristiano (5,52%) y Claudio Rojas del Partido de la Gente (5,71%), alcanzan un 48,57% de las preferencias.
- Los resultados del gobernador Claudio Orrego (38,58%); Catalina Valenzuela del Partido Humanista (6,04%); Nathalie Joignant de FRVS (2,85%) y Carlos Pichuante del PAVP (3,96%), logran un 51,53%.
Las comunas clave. Datos de Decide Chile, de Unholster, mostraron que el abogado y panelista de Sin Filtros obtuvo más votos que el gobernador en siete de las 52 comunas de la Región Metropolitana. Entre éstas se encuentran comunas con alcaldes de derecha como Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, donde tuvo un alto porcentaje de votación: 47,9%, 56,9% y 58%, respectivamente.
- El listado también incluyó otras comunas donde su triunfo fue más estrecho, como Santiago Centro, abriendo un espacio de crecimiento apoyado por el triunfo de Mario Desbordes sobre Irací Hassler. En ésta, Francisco Orrego obtuvo un 34,8% de las preferencias, versus un 34,0% de Claudio Orrego.
- En otras comunas con ediles del sector como Providencia, Francisco Orrego perdió: obtuvo un 35,5% versus un 42,6% del gobernador. En Ñuñoa, donde Sebastián Sichel venció a la alcaldesa Emilia Ríos del FA, Francisco Orrego obtuvo un 28,8% y el gobernador un 46,6%.
- El exalcalde y ex biministro de Ricardo Lagos apostó por ampliar su base de apoyo hacia la centroderecha. Esta apuesta pasó por aumentar su base de votación en comunas donde obtuvo un bajo porcentaje como en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea: 30,1%, 24,3% y 19,6%. Lo mismo ocurrió en Colina (26,4%), donde la alcaldesa UDI Isabel Valenzuela fue reelecta.
Elecciones 2024: ¿Qué funciones tiene un gobernador regional y por qué es tan importante?
¿Plebiscito para el Gobierno en la RM? Para el académico y doctor en filosofía política, Cristóbal Bellolio, un aspecto clave de este balotaje es que mientras Claudio Orrego ha optado por localizar la elección, Francisco Orrego ha apostado por nacionalizarla.
- “A Claudio le conviene que la elección se dispute en un campo en el que la pregunta sea quién lo hace mejor, porque tiene mayores credenciales en materia de gestión. En cambio, Pancho —que no tiene ninguna credencial en gestión— quiere que la disputa se lleve a nivel nacional, como una especie de plebiscito contra un Gobierno que está contra las cuerdas. Él quiere que se expresen los alineamientos políticos nacionales en esta elección regional”, plantea.
- El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la UCEN, Marco Moreno, agrega que “inevitablemente, las elecciones son un juicio a cómo lo está haciendo un gobierno, porque los electores evaluamos resultados. Es un juicio político y siempre ha sido así. Los electores premian o castigan al Gobierno”.
- “La Metropolitana expresa el poder político, material y simbólico, por eso sus elecciones siempre tienen un carácter más o menos nacional”, dice Moreno.
- El director de la consultora Tú Influyes, Axel Callís, plantea que la lógica plebiscitaria “es un invento. En primera vuelta se premió a candidatos de lado y lado que hablaron de los problemas de las personas en términos locales y regionales. Casi todos los que intentaron plebiscitar esto, en la lógica Gobierno-oposición, perdieron”.
El factor social. El lunes, en Tolerancia Cero, el rector UDP, Carlos Peña, señalaba que “los dos Orrego representan dos arquetipos de la sociedad chilena”. Al actual gobernador lo relacionó con la “burguesía ilustrada, católica, portadora de una cierta culpa inconfesada”. A su contendor lo vinculó con “los grupos medios, lo que confiere el reconocimiento de una gigantesca parte del electorado” y con lo “aspiracional”.
- Bellolio señala que ambos candidatos representan estilos, formas, orígenes y culturas distintas. En ese sentido, dice que “la posición más plebeya y más populista de Pancho Orrego —con la cual mucha gente puede sentirse interpretada— es capaz de vehiculizar mejor la rabia”.
- “Si la elección se juega en la cancha de quién vehiculiza mejor el voto bronca, Pancho Orrego tiene las de ganar”, proyecta.
- “Se ha intentado construir la imagen de que Francisco Orrego viene de abajo y se lo ha asociado con el mérito, versus el origen elitista y del poder de Claudio Orrego”.
Votantes obligados. A juicio de analistas, un aspecto que hace difícil predecir qué ocurrirá en esta elección es el voto obligatorio. “Con padrón obligatorio no se sabe nunca qué va a pasar con las personas que no responden en las encuestas y que, a veces, terminan anulando el voto, sobre todo en gobernadores, que es un cargo que la gente no termina de cerrar. Entonces, se produce un punto ciego”, comenta Callís.
- Moreno, en tanto, sostiene que hay que observar con atención cómo se comporta el votante obligado, “nuevo, normalmente volátil y despolitizado”, que suele optar, por lo general, por figuras emergentes y novedosas. Además, sostiene que muchas veces “la obligatoriedad se expresa en un castigo”.
- El académico añade que otro aspecto a analizar es la cantidad de votos nulos y blancos, que tiende a crecer en comicios como este, donde el electorado ignora en qué consiste el cargo. En primera vuelta, se registraron 474.328 votos nulos y 301.980 blancos, y cerca de un millón de personas no fue a votar en la Región Metropolitana.
El escenario presidencial. Los especialistas coinciden en que si gana Claudio Orrego, podría capitalizar su opción presidencial que quedó en pausa luego de no superar el 40% de los sufragios el 26 y 27 de octubre. Un aspecto que le jugaría a favor sería el bolsón de votos con los que podría contar, pero también la tendencia a la moderación.
- Marco Moreno señala que una potencial candidatura del actual gobernador podría complicar las aspiraciones de Evelyn Matthei, pues “tienen liderazgos que no son radicalmente distintos. José Antonio Kast, por la derecha, podría endurecerse para buscar el factor diferenciador”. Esto, pese a que Matthei aún lidera con holgura las encuestas.
- La victoria de Orrego Larraín, además, podría —según Cristóbal Bellolio— transformarse en un “envión anímico” para el oficialismo y el Gobierno “en un momento súper duro”. “Sobre todo, porque ahuyenta el fantasma de dos derechas en segunda vuelta el próximo año. Pero si pierde, sería bastante desmoralizante”, dice.
- En tanto, un posible triunfo de Francisco Orrego podría favorecer la pretensión de alternancia en La Moneda y empujar con mayor fuerza a Matthei. “Ella se la jugó por Pancho Orrego, y si pierde, esa varita mágica parece que no sirve. El golpe va a depender de la magnitud. Si son dos puntos, se puede declarar satisfecha. Distinto sería con 10, porque habría que hacer una evaluación profunda”, comenta Callís, quien previene que el escenario de la Región Metropolitana no se puede comparar con el de “Evelyn Matthei versus alguien que no existe”.