La historia de Alex Batty ha causado revuelo en todo el mundo: Tras seis años, el niño británico desaparecido apareció y reveló que fue secuestrado por su mamá y su abuelo en una secta.
El caso salió a la luz el miércoles 13 de diciembre, cuando el repartidor Fabien Accidini repartía medicamentos a las farmacias cerca del pueblo de Chalabre, en la región de los Pirineos, en el suroeste de Francia.
A las 03:00 de la madrugada y bajo la lluvia, divisó a un joven caminando por el costado de la carretera, alumbrando su paso con tan solo una linterna. Accidini se ofreció a llevar al joven, quien se identificó como Zach, que llevaba cuatro días caminando con tan solo una mochila y una patineta.
"Intentamos hablar en francés, pero noté que su francés no era muy bueno y decidí hablar con él en inglés", dijo el repartidor al periódico local La Dépêche du Midi, reportó la BBC.
En esta línea, Accidini contó “hablamos durante más de tres horas. Rápidamente, reveló su verdadera identidad, Alex Batty, y luego me contó su historia. Describió cómo su madre lo había secuestrado”.
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Todo comenzó en septiembre de 2017, cuando la madre de Alex, Melanie Batty y su abuelo, David Batty, viajaron con el entonces niño de 11 años hasta Marbella, en el sur de España, donde pasarían una semana de vacaciones.
Según lo confesó el joven de ahora 17 años, su familia se quedó viviendo en una casa de lujo en España junto a otras diez personas, cuatro años más tarde, se mudaron a Francia.
En los valles de los pirineos, comenzaron a vivir en una "comuna espiritual un poco extraña... alejada de un estilo de vida normal". De acuerdo con la BBC, “el adolescente tenía sed. Llevaba dinero, pero no un teléfono, por lo que Accidini le prestó su móvil y su propia cuenta de Facebook para que le enviara un mensaje a su abuela, Susan Caruana, que también es su tutora legal”.
"Hola abuela, soy yo, Alex, estoy en Francia, Toulouse, realmente espero que recibas este mensaje, te amo, quiero volver a casa", fue el breve mensaje que Alex envió a su abuela.
Caruana, separada del abuelo y que tenía la custodia del niño, había declarado en 2018 a la BBC que creía que la madre de Alex y su abuelo se lo habían llevado para vivir con una "comunidad espiritual" en Marruecos.
Según ella, ni la madre ni el abuelo querían que Alex Batty fuera a la escuela y buscaban un modo de vida alternativo.
La repatriación a su país de Batty, podría darse "en los próximos días", anunció el viernes un responsable de la policía del Reino Unido.