Aunque se encuentra prófugo de la justicia peruana, tras la acusación que hizo la Fiscalía en su contra sobre recibir 20 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht, Alejandro Toledo ha dedicado los últimos días a una campaña de medios para defenderse de las imputaciones en su contra.
En cada una de sus apariciones desde Estados Unidos, donde reside, el ex presidente incásico alega inocencia.
En entrevista con la cadena CNN fue enfático: "Nunca he recibido 10 soles, un millón, mucho menos 20 millones de dólares de soborno".
En una nota para la agencia EFE apuntó a Jorge Barata, representante de Odebrecht en el Perú, quien lo incriminó como supuesto receptor del sobrono que benefició a la empresa en la construcción de dos tramos de la carretera Interoceánica Sur.
"Le puedo decir, por el nombre de la persona que más amo, que está arriba en el cielo y es mi madre: ¡Nunca! ¡Que el señor Barata venga a Lima o a Estados Unidos y diga (..) cómo, cuándo, en qué cuenta (hizo los depósitos)", manifestó.
Además, aseguró que analiza llevarlo a juicio por US$ 200 millones.
Toledo responsabiliza de la "persecución" de la que asegura ser víctima al ex mandatario Alan García y también a Keiko Fujimori.
"García siempre ha tenido un enorme control del poder judicial (...) (Keiko Fujimori) Me odia a muerte. Truncamos que fuese presidenta", agregó.
