El presidente de Argentina, Alberto Fernández, rechazó este viernes los drásticos recortes fiscales previstos por su sucesor ultraliberal Javier Milei, a quien entregará el poder el domingo.
"No es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar", dijo Fernández tras evaluar sus cuatro años de gobierno, en un mensaje grabado y transmitido en cadena por televisión.
Fernández hizo una larga enumeración de estadísticas y decisiones en todos los campos adoptadas bajo su gestión, que concluye con más de 140% de inflación y un 40% de pobreza, pero también el nivel de actividad industrial más alto en seis años" y 6,2% de desempleo.
"Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen", enfatizó el mandatario saliente.
Milei prometió durante su campaña electoral, y ratificó durante la transición desde que fue electo, que aplicará durante 2024 un recorte fiscal equivalente al 5% del PIB.
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El viernes, el diario Clarín filtró algunas de las medidas de ajuste diseñadas por Milei para contener la inflación, que incluyen la prohibición al Banco Central de emitir y financiar al Tesoro, una quita de subsidios a servicios públicos y congelamiento total del gasto del Estado, incluyendo los salarios de empleados, entre otras.
El presidente insistió en que el programa crediticio por 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), suscrito por su antecesor Mauricio Macri, comprometió al país "por generaciones" y condicionó decisivamente su gestión de la economía.
También mencionó el impacto de la pandemia desde 2020 y la sequía que golpeó la actividad agropecuaria en 2022-2023, privó al país de 23.000 millones de dólares de exportaciones y recortó un 3% del PIB, según economistas.
"Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente", afirmó Fernández.
Sin embargo, destacó avances en terrenos como los derechos civiles, la salud, la ciencia y la tecnología.
Reconoció "no haber sido capaz de terminar con la grieta que nos separa", en alusión a la antigua antinomia peronistas-antiperonistas que reflejó la campaña electoral que llevó a Milei al poder.
En el final, el presidente mencionó a su vicepresidenta, Cristina Kirchner, con quien terminó enemistado: "Como siempre creyó Cristina, estoy convencido de que hacemos política para poder transformar la patria".