Por AFP
Al menos 19 personas murieron este domingo en un atentado suicida en la ciudad afgana de Jalalabad (este), que visitaba el presidente Ashraf Ghani, indicó una fuente oficial.
El suicida se hizo explotar en un mercado situado a cientos de metros del edificio de la gobernación provincial donde Ghani mantenía reuniones, indicó a la AFP el portavoz de la gobernación Attaullah Khogyani.
Entre los 19 muertos figuran 12 sijs e hindúes, añadió el portavoz a la AFP. Otras 20 personas resultaron heridas, según el mismo.
El anterior balance era de 12 muertos, según un portavoz del ministerio del Interior, Najib Danish.
El atentado ocurrió en esta ciudad cercana a la frontera con Pakistán, a donde el presidente Ghani, llegó este domingo.
Las primeras imágenes disponibles muestran varios incendios en curso, con automóviles quemados y espesas columnas de humo que se elevan sobre los puestos del mercado, situado cerca de una de las grandes avenidas de Jalalabad.
Se vieron escenas de angustia en el hospital, donde los familiares de las víctimas lloraban y se abrazaban a la espera de noticias de sus seres queridos.
"Se acabó todo para nosotros, estamos acabados, nos han masacrado al menos 10 de los nuestros", dijo un hombre a la AFP, que en medio de la conmoción no pudo decir su nombre.
El director regional de salud, Najibullah Kamawal, confirmó el balance de 19 muertos, la mayoría de ellos sijs.
Pequeñas comunidades de sijs e hindúes residen en esta nación de amplia mayoría musulmana. No está claro si eran el objetivo preciso del ataque.
El portavoz de Ghani dijo que el presidente sigue en la ciudad, pero "está fuera de peligro".
Ghani había llegado a Jalalabad temprano para inaugurar un hospital en el marco de una visita de dos días a esta provincia situada en la frontera con Pakistán.
Terminó el cese el fuego
El ataque ocurrió un día después de que Ghani ordenara a las fuerzas de seguridad reanudar la ofensiva contra los talibanes tras expirar el cese el fuego gubernamental de 18 días.
Esta tregua unilateral del gobierno coincidió con el alto el fuego de los talibanes por las celebraciones del Eid al Fitr (fin del ramadán), que los militantes rechazaron prolongar.
El ataque ocurre cuando la enviada estadounidense Alice Wells visita Kabul como parte de los esfuerzos para presionar a los talibanes a comprometerse en negociaciones de paz.
Los talibanes han ignorado el ofrecimiento de negociaciones de paz por parte del presidente Ghani e insisten en realizar conversaciones directas con Estados Unidos, que el gobierno estadounidense rechaza.
