Durante las última horas la crisis que enfrenta toda Europa por miles de refugiados de origen sirio que buscan asilo en Alemania y Austria, se agravó en Hungría.
Esto, debido a la gran cantidad de personas que se agolparon en la estación de trenes de Bicske, cerca de Budapest, esperando partir hacia Austria y por la aprobación de una reforma a las leyes migratorias que endurecen las penas para los ilegales.
La moción ratificada por el Parlamento húngaro por 140 votos contra 30 proclama el "estado de crisis" en el país como motivación y comenzará a regir el 15 de septiembre.
Entre otras medidas se castigará con tres años de cárcel a quienes crucen la valla alambrada edificada en la frontera con Serbia, ruta usualmente ocupada por migrantes que se desplazan a Europa Occidental.
El testimonio de un chileno
Andrés González es chileno y vive hace 10 años en Budapest. Si tomara el tren que quieren ocupar los migrantes sirios, le bastarían dos horas de viaje para llegar a Austria.
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En conversación telefónica con T13, González contó que en el sector donde vive la situación es de relativa calma: "No se ve tan caótico como pareciera, hace un par de semanas sí se podían ver refugiados por todas partes".
Yo salía de mi casa y veía refugiados por todas partes durmiendo, me imagino que hubo un plan de contingencia del gobierno
"Yo salía de mi casa y veía refugiados por todas partes durmiendo, me imagino que hubo un plan de contingencia de la policía, del gobierno y los enviaron a todos a la estación de trenes desde donde salen hacia Austria", añadió.
Este viernes la agencia AFP reportó que tras el cierre de la estación, cientos de migrantes salieron a pie para recorrer los 175 kilómetros que los separan de Austria.
Sobre el plan de contingencia aplicado por el gobierno, González cuenta que este tiene que ver con la temporada de verano próxima a terminar en Europa, ya que "Budapest es una ciudad muy turística y (para el gobierno) no es muy bueno que se vean tantos migrantes en las calles".
Gente "atemorizada"
De cara a la llega del otoño en un par de semanas, Andrés se muestra contrariado. Durante los inviernos más fríos, los termómetros de la ciudad donde vive llegan a registrar temperaturas de hasta -25°C. "Va a ser una situación problemática", reconoce.
Sobre la reacción de los habitantes de Budapest frente a los grandes grupos de sirios que han pasado por la ciudad, el chileno cuenta que esta es diversa y que incluso hay quienes han organizado grupos de ayuda mediante redes sociales.
Hay un sector que no está en contra, pero está atemorizado
Grupos de ciudadanos han recolectado ropa, agua y artículos para niños. A nivel de gobierno, narra, "se está prestando ayuda sanitaria".
De todas maneras hay quienes que no ven con buenos ojos el tema de los refugiados. "Hay un sector que no está en contra, pero está atemorizado. Cree que los inmigrantes pueden generar problemas".
"Piensan que con toda su historia, de gente que ha visto morir a sus familias en frente de ellos, podrían ser un problema para la sociedad", cierra.
