Quien alguna vez llegó a ser considerada "la nueva Steve Jobs" de Silicon Valley está en prisión desde este martes.
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Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, fue sentenciada a 11 años de prisión el pasado noviembre por fraude electrónico y conspiración para defraudar a inversores con su compañía, una empresa de análisis sanguíneo que no cumplió lo que prometía.
Además, la empresaria y su exsocio Sunny Balwani, también en prisión, fueron condenados a pagar US$452 millones a docenas de inversores afectados.
Tras varios intentos fallidos de retrasar su ingreso en la cárcel, Holmes, de 39 años, se presentó este martes en la prisión federal para mujeres FPC Bryan, en Texas, EE.UU.
Holmes había luchado para mantenerse en libertad bajo fianza a la espera de la resolución de su apelación legal en los tribunales. Según decía, una demora le permitiría plantear "preguntas sustanciales" sobre el caso que podrían justificar un nuevo juicio.
Su equipo de defensa también alegó que Holmes debería permanecer libre para cuidar a sus hijos, uno de casi 2 años y la otra de apenas 3 meses.
Pero estos argumentos fueron en vano y Holmes dejó su residencia en California para trasladarse a Texas.
La prisión FPC Bryan
Desde ahora vestirá un pantalón y una camisa caqui, el uniforme de la prisión, y tendrá que estar lista a las 06:00 am todos los días, según un manual de la prisión.
Elizabeth Holmes deberá pasar 11 años en prisión, según su sentencia.
La prisión FPC Bryan ocupa un terreno de unas 15 hectáreas y alberga entre 500 y 700 reclusas, la mayoría cumpliendo penas por crímenes no violentos o delitos financieros.
Holmes, quien en parte se crio en Houston, Texas, no es la primera celebridad en pasar tiempo en FPC Bryan.
La estrella del show Real Housewives of Salt Lake City, Jen Shah, está cumpliendo una sentencia de seis años y medio por fraude electrónico.
La vida allí
En la prisión FPC Bryan, las internas pueden estar solas o con una compañera de celda.
Generalmente son alojadas en literas para dos personas estilo dormitorio, o en cubículos que acogen a entre cuatro y ocho personas, según Pink Lady Prison, un grupo de consultoría penitenciaria dirigido por exprisioneras.
La vida en esa prisión federal se centra en el trabajo y los programas extracurriculares, según el manual interno.
A las reclusas se les paga entre 12 centavos y US$1,15 por hora de trabajo. Muchas están involucradas en el servicio de alimentos y el trabajo de manufactura.
Fuera de esos deberes, pueden tomar clases de habilidades comerciales e idiomas, ver televisión, practicar deportes e ir a servicios religiosos.
La prisión federal de Bryan está ubicada a unos 160 km de la ciudad de Houston.
Como otras internas, se espera que Holmes goce de una hora para la comida del menú regular de la Oficina Federal de Prisiones, que consiste en alimentos como pollo, hamburguesas, perros calientes, tacos o macarrones.
Medidas disciplinarias
Según el manual de la prisión, Holmes podrá hablar con su familia a través de videollamadas.
A las internas también se les permite tener visitas los fines de semana y días festivos, pero, como otras, Holmes deberá respetar el contacto físico limitado con su esposo, William Evans, y sus dos hijos pequeños.
Tanto ella como otras madres pueden cargar a sus hijos en su regazo y amamantar a sus bebés, según las pautas oficiales de la Oficina de Prisiones.
Holmes podrá ser visitada por su pareja, William Evans, en los tiempos que marca la prisión.
Las reglas en la prisión son estrictas, según el manual, el cual agrega que las reclusas son "tratadas de manera firme y responsable" y "se espera que actúen en consecuencia".
En caso de faltas, pueden enfrentar medidas disciplinarias por cosas como no mantener ordenada su celda o habitación, dormir más allá de la hora designada, compartir su cuenta telefónica con otras reclusas, o moverse de lugar durante el pase de lista, lo cual sucede cinco veces al día.
Una vida diferente
El tiempo que pase Holmes tras las rejas contrastará con la vida que llevó hasta ahora.
La que alguna vez fue elogiada como la "nueva Steve Jobs" estaba encaminada a ser la multimillonaria con fortuna propia más joven del mundo. Apareció en la portada de Forbes y otras revistas destacadas.
Inició la firma Theranos poco después de abandonar la Universidad de Stanford, en California.
Holmes fue considerada en un momento una empresaria con un futuro brillante.
Como jefa de la compañía, recaudó millones de dólares de inversionistas, incluidos los del magnate de los medios Rupert Murdoch y del exsecretario de Estado de EE.UU. Henry Kissinger.
Pero su start-up se vino abajo en 2018 después de que se reveló que Holmes y otros ejecutivos habían mentido sobre la tecnología de la empresa.
Se suponía que el dispositivo de análisis de sangre que estaban diseñando podía realizar una multitud de pruebas con solo unas pocas gotas de muestra.
Además de cumplir condena en prisión, a Holmes se le ordenó pagar US$452 millones a las víctimas de su fraude.
La cantidad deberá ser liquidada junto a su exsocio y expareja Ramesh "Sunny" Balwani, quien comenzó a cumplir una sentencia de 13 años en prisión el pasado abril.
Es inusual ver a directivos de empresas tecnológicas ir a prisión por cargos de fraude.
Es poco común ver a ejecutivos en prisión por delitos de fraude en EE.UU.
El gobierno de EE.UU. espera que la difícil situación de Holmes disuada a los ejecutivos de hacer afirmaciones descabelladas sobre lo que su tecnología puede hacer mientras buscan respaldo financiero.
Eileen Lepera, que perdió parte de sus ahorros al invertir en Theranos, le dijo a la BBC esta semana que está "contenta de que Holmes tenga 11 años [de prisión]".
"Su arrogancia es increíble", agregó. "No creo que ella todavía esté asumiendo ninguna responsabilidad por lo que sucedió".
En comentarios llorosos antes de su sentencia en noviembre, Holmes dijo que lamenta sus fallas en Theranos "con cada célula de mi cuerpo", pero no admitió ningún delito.