Medalla fecunda. Fue creada en 2004, en el centenario del autor de “Residencia en la Tierra”, con la idea de distinguir a grandes creadores y promotores de la cultura. La han recibido Rubén Blades, Bono, Jorge González y Ennio Morricone. La Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda ha homenajeado a más de cincuenta personas. Hay quienes piensan que son demasiados los distinguidos y sobre todo, no son claros los parámetros.
La polémica creció este año, cuando se premió a André Rieu, quien ha vendido 66 millones de discos, con versiones de hits de música clásica y popular. El violinista fue fotografiado con el Presidente Boric en La Moneda. “Premiar a Andrés Rieu me parece absurdo. No aporta nada. No tiene ninguna relevancia cultural”, dice Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación Neruda.
Y una carta a El Mercurio de Emilio de la Cerda, quien pertenece al Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, mostró que internamente había cuestionamientos. “La condición básica para habitar un cargo público es el respeto a la institucionalidad vigente. Lamentablemente, esto no ha ocurrido con los últimos otorgamientos de la Orden al Mérito Pablo Neruda, por parte del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”, escribió.
Meses atrás, el 25 de mayo, recibió la medalla Tommy Rey, uno de los más populares exponentes de la cumbia. Saéz dice que “es un cantante apreciado por la gente, que lo pasa bien con su música. Es un aporte de otra cultura, por supuesto. Pero asociar el nombre de Neruda a ese tipo de expresiones lo encuentro discutible por lo menos”.
Cuestionamientos internos. La mayor controversia se da por la forma en que se entrega esta distinción. El arquitecto Emilio de la Cerda explica que la Orden al Mérito la otorga la ministra, pero debería anunciarse previa discusión con el mencionado Consejo. Y eso no ha ocurrido en los casos de Rieu, Rey y la etóloga Jane Goodall.
“La ley que crea el Ministerio, que es la 21.045, define que hay una serie de funciones ministeriales, que requieren una previa presentación al Consejo Nacional. Es una continuidad del antiguo Directorio Nacional del Consejo de la Cultura, que tiene una resolución exenta que define el régimen para este tipo de reconocimientos. O sea, la ley que creó el Ministerio mantiene esa atribución”.
De la Cerda, quien fue subsecretario de Patrimonio en el segundo gobierno de Piñera, conoce bien los mecanismos de la institucionalidad cultural. “No es una excepción lo de André Rieu esta semana sino que en otros casos también se ha dado que el Consejo ha sido ignorado. Más allá del mérito propio que tienen los autores premiados, el procedimiento legal no se está cumpliendo, porque acá lo que corresponde hacer es presentar en sesión del Consejo Nacional esta propuesta o esta decisión ministerial; recibir las opiniones, las consideraciones de los consejeros nacionales y recién ahí se puede proceder a otorgar este reconocimiento”.
Respuesta del ministerio. Consultado el ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que encabeza Carolina Arredondo, envió la siguiente respuesta institucional: “Sobre la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda será resuelta y entregada por quien presida el Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, quien también determina el momento de su entrega”.
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Agrega el comunicado: “La lista de reconocidas y reconocidos es extensa, está compuesta por nombres nacionales e internacionales. Es nuestra labor también darle continuidad a esta entrega y seguir reconociendo el contundente aporte de quienes son importantes referentes de la cultura. La última sesión del Consejo se realizó el día 14 de junio y en una próxima sesión, por supuesto que se informarán estos reconocimientos”.
A media máquina. De la Cerda comenta otro problema serio del Consejo, que le impide funcionar a plenitud: “Nosotros como consejeros lo hemos dicho en los plenarios, que por lo demás son públicos, donde hemos planteado nuestra inquietud porque el Consejo Nacional por Ley contempla 17 integrantes. Y a la fecha somos ocho. Las decisiones del Consejo se toman por la mitad más uno. En el fondo, las discusiones más importantes de política cultural que requieren una opinión del Consejo Nacional se estarían decidiendo hoy día por cinco votos”.
Desde el ministerio de Cultura, respondieron: “En línea con lo que expresa la institucionalidad, para la conformación del Consejo de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ya hay nombres propuestos para integrarlo y que serán presentados durante septiembre al Senado, para su ratificación. Se ha estado trabajando en incorporar a personas que reflejen toda la diversidad de los ámbitos que representan a las culturas, las artes y el patrimonio”.
El enojo de la Fundación. Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación Neruda, también plantea reparos al proceso de definición de la Orden al Mérito, en especial a la opacidad con que se decide y entrega. “Uno no sabe quién nombra esto. Esta medalla se suponía que era una distinción relevante para la cultura y era un testimonio de aprecio por un personaje chileno o extranjero, cuya actividad genera una resonancia seria, profunda, en en el mundo de las artes. Lo que hemos visto es un descriterio”.
Cuenta que nunca han participado en el proceso. “Tomaron el nombre de Pablo Neruda. Pero nosotros no tuvimos ninguna injerencia. Cuando se da un premio, tiene que haber un respaldo de alguien que se haga responsable de por qué se lo dan. Y no andar buscando sacar una foto al presidente con alguien que a lo mejor no le aporta nada. Es un tema que me preocupa y que voy a plantear en el directorio de la Fundación Neruda”, señala.
Emilio de la Cerda afirma que lo más crítico es la pérdida de relevancia del Consejo. “Por régimen deberíamos ser 17, pero somos 8. Entonces nosotros vemos que eso debilita al Consejo, ya que le hace perder el estatuto que históricamente ha tenido. Esto se acrecienta en temas como el de la Orden al Mérito Pablo Neruda”.