La trama detrás del nombramiento de Costa en la presidencia del Banco Central
Balde de agua fría. El domingo 23 de enero Gabriel Boric abordó las conversaciones que había tenido con Sebastián Piñera durante los últimos días. En Tolerancia Cero se refirió a uno de los temas que mayor inquietud generó en Chile Vamos y en diversos economistas afines al sector: la carta para presidir el Banco Central. El presidente Electo dijo que “hemos tenido en estas cosas un muy buen diálogo con Piñera y espero que se concrete algo de consenso que le corresponde, por supuesto, anunciarlo a él”.
- Al día siguiente, se analizaron en la centroderecha las palabras de Boric. “La declaración cayó como un balde de agua fría” para quienes defendieron la opción de que Rosanna Costa debía “sí o sí” presidir la entidad. “El hecho de consensuar el nombre de la presidencia”, advierten, “implica descartar su nombramiento”.
Los frentes que generó en La Moneda: En los comités políticos de enero, la frase de que “gobernaremos hasta el último día” se transformó en parte de la estrategia que implementará el mandatario hasta el 11 de marzo. Las presiones desde la centroizquierda y del gobierno entrante apuntaban a consensuar diversos aspectos que la actual administración debía resolver, entre ellos, el nombramiento de quién sucedería a Mario Marcel (futuro ministro de Hacienda).
- Varios dirigentes de Chile Vamos y parlamentarios de centroizquierda, señalaron durante la última semana de enero que el mandatario había optado por consensuar el nombre de Pablo García, afín al PPD, para encabezar el instituto emisor.
La embestida: Por esos días, el jefe del segundo piso, Cristián Larroulet, fue quien -algo incómodo- empezó a socializar la idea. Las críticas recayeron sobre uno de los fundadores del think tank Libertad y Desarrollo, donde Costa fue subdirectora entre junio de 2014 y el 2017, fecha en que fue propuesta por Michelle Bachelet como consejera del Central.
- Así, el gobierno empezó a vislumbrar que la decisión que habían tomado tendría un costo altísimo para ellos y para el sector. Cada día que pasaba aumentaban las presiones al Presidente, el Ministro de Hacienda y Larroulet. Incluso hablaron de que se trataba una afrenta para quienes lo han respaldado.
- El costo de descartar el nombre de la ex Directora de Presupuesto aumentó a tal punto que se hizo insostenible para el presidente mantener la carta de Pablo García a la cabeza del Central
- La fórmula elaborada fue separar la negociación, en un principio la presidencia y el consejero (a) estaban dentro de un mismo paquete. Para resolver el nudo, optaron por separar ambos temas y así despejarle el camino a Rosanna Costa y nombrarla presidenta. Sobre el nombre del consejero, se debatirá en marzo.
Fuerte presión de Chile Vamos: La resistencia del sector político y -según fuentes cercanas al círculo del presidente-, también del llamado Tercer Piso (entre ellos José Cox, Ignacio Guerrero y otros empresarios amigos del mandatario) se hizo insostenible. Los mensajes que le transmitieron al mandatario por WhatsApp, mails y conversaciones fueron clave para revertir la decisión. Conocedores de las tratativas cuentan que Piñera evitó responder. La información estaba sobre la mesa y sabía que a medida que pasaban los días la presión seguiría creciendo. El precio de no nombrarla se incrementó.
- “Es dejar a alguien del sector en el Central durante el período de Boric, lo que es una buena señal política”, le plantearon algunos.
- Otros apuntaron a que el ejecutivo debía dejar de lado los “complejos” y “vetos”. “Si seguimos en esa lógica, ninguna persona afín al sector puede instalarse en un cargo de poder, lo que es parte de un complejo inaceptable”, recalcaron quienes se contactaron con las partes involucradas.