Cuando se habla de tablets, los primeros nombres que suelen recordarse son los del iPad y, en menor medida, los Galaxy. Esa es la parte más glamorosa de estos dispositivos, los más rápidos, con mejor pantalla y más capacidad de almacenamiento, lo que ayuda a instalar más aplicaciones y juegos, sin que se ponga lento o se llene.
Detrás de ambos buques insignia, hay un montón de opciones que cuestan menos de 100 mil pesos. La gran mayoría funcionan con Android, poseen pantallas de 7 pulgadas, con procesadores de doble núcleo y cámaras modestas. La diferencia está en el uso: los colores importan, la calidad de los materiales, un procesador de 4 núcleos anda mejor y debe tener, como mínimo, 1 GB de RAM.
Lo ideal es que tenga 8 GB de memoria interna (si es más, mejor), Bluetooth para conectar un teclado y otros accesorios, ranura de memoria microSD para guardar canciones y películas y una pantalla con la mayor resolución posible (se mide en pixeles). Además, la batería mientras más miliamperes o mAh tenga, mejor. Con esas especificaciones, la experiencia no debería ser frustrante y permitiría trabajar, navegar sin problemas y jugar casi a todo.
En ese segmento, acaban de llegar dos nuevos competidores de Alcatel, llamados Pixi 7 y Pixi 8, donde los números indican la cantidad de pulgadas. El Pixi 7 cuenta con una batería menor y sólo 4 GB de memoria interna, mientras que su hermano mayor promete durar 8 horas lejos del enchufe y viene con 8 GB internos. Cuestan 59.990 y 79.990 pesos, respectivamente. Ambos comparten un curioso cerebro de tres núcleos a 1,2 Ghz.
"Las tablets de dos núcleos son más baratas y las de cuatro son más rápidas. Las Pixi vienen con un procesador de tres núcleos para tener un producto competitivo, sin sacrificar el rendimiento. Eso ayuda a que el contenido multimedia se pueda reproducir bien", explica Alex Rojas, de Alcatel. Probamos la velocidad de la de 7, y funciona bien, con juegos como Zombie Tsunami y otros títulos básicos. Claro que otra cosa es la vida real y el uso diario.