Google anunció el jueves que detuvo la producción de su tecnología de cristal portátil experimental, conocido como Glass, que ofrece video y despliega mensajes en las pequeñas pantallas de los lentes de unos anteojos.
La empresa insistió que sigue con la idea de lanzar las gafas como un producto de consumo al público pero no dio plazos. La Edición Explorador se dejará de vender desde el lunes 19 de enero.
El corresponsal de tecnología de la BBC, Rory Cellan-Jones, dice que otras compañías han lanzado anteojos inteligentes y otras formas de tecnología portátil pero ninguno de los productos ha logrado el éxito esperado.
Del entusiasmo a la desilusión
El proyecto de las gafas había recibido un apoyo entusiasta de parte de cofundador de Google, Sergey Brin, quien presidió un lanzamiento espectacular que involucró paracaidistas lanzándose y transmitiendo directamente lo que captaban con los anteojos a una conferencia en San Francisco.
Los primeros usuarios de Glass también reaccionaron con mucho entusiasmo al producto que les permitía captar información en una pequeña pantalla colocada sobre el ojo derecho, tomar fotos y videos y conseguir direcciones.
Un conocido bloguero de tecnología, Robert Scoble, dijo no poder imaginar vivir un solo día sin el producto y se le vio fotografiado en la ducha con los anteojos.
Pero otros se desilusionaron pronto con las gafas, quejándose de que no evolucionaba en la dirección que se había prometido. También hubo dudas sobre el precio, inicialmente de US$1.500, y con la privacidad y seguridad. Algunos bares y restaurantes prohibieron su uso dentro de sus locales.
El corresponsal de tecnología de la BBC, Rory Cellan Jones, comentó que aunque la tecnología ofrecía algunos aspectos útiles, particularmente la cámara, las gafas tenían una gran desventaja: "Hacían al usuario verse como un tonto con ellas". "Eso nunca iba a calar con un amplio público", expresó.
Google ha tratado de representar el anuncio como simplemente un paso más en la evolución de una nueva innovación pero, asegura el corresponsal de la BBC, "Google Glass ha muerto, por lo menos en su actual encarnación".