La tiradora chilena Francisca Crovetto hizo historia en París 2024 al convertirse en la primera mujer chilena en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. La presea dorada la consiguió tras una espectacular actuación en la final de tiro skeet.
Tras su triunfo, Crovetto fue recibida en La Moneda por el presidente Gabriel Boric, junto al luchador Yasmani Acosta, quien consiguió una valiosa medalla de plata en los JJOO de París 2024.
El calvario que vive breakdancer australiana viral en París 2024: fue defendida por Comité Olímpico tras duros ataques
En la reunión con el mandatario, Crovetto aprovechó la oportunidad para plantear algunas inquietudes al mandatario, según declaró en una entrevista con The Clinic.
Durante el mismo espacio, la deportista subrayó la importancia del apoyo familiar en la formación de los atletas y sugirió que el Estado debería brindar más seguridad e información a las familias que deciden apoyar a sus hijos en el deporte.
“Que no sea un salto al vacío, que sea más seguro”, expresó.
Francisca Crovetto y la Ley de Armas en Chile
Además, Crovetto abordó el tema de la Ley de Armas, una regulación que considera excesivamente restrictiva para quienes practican el tiro deportivo en Chile.
La tiradora pidió al Presidente Boric que revisara el reglamento, abogando por un tratamiento especial para los deportistas y, en general, para todas las personas que desean tener un arma de manera legítima para fines deportivos.
“Las armas no tienen ánima propia y en buenas manos pueden traerle grandes alegrías a un país”, afirmó.
Joven perdió visión de un ojo tras recibir piedrazo afuera del Monumental durante arengazo
Crovetto también destacó la necesidad de un control adecuado para evitar que las armas caigan en manos de delincuentes, pero advirtió que no se debe privar a los ciudadanos responsables de su derecho a practicar deportes de tiro.
Finalmente, la medallista olímpica comparó la situación con la regulación de la venta de automóviles, indicando que, aunque los autos en malas manos pueden ser peligrosos, su venta no se prohíbe por ello.