Una relación de pareja con 10 medallas de oro olímpicas.
La historia de los británicos Laura Trott y Jason Kenny no tiene precedentes ni comparación.
Comprometidos para casarse en septiembre, Trott y Kenny participaron en cinco pruebas en el ciclismo de pista de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
¿El resultado? Cinco medallas de oro.
La última medalla de Kenny, en el keirin, no estuvo exenta de polémica, pues muchos -especialmente en Colombia y América Latina- creen que debió ser eliminado por infringir el reglamento.
Pero de ser considerados un país, Trott y Kenny ya estarían ubicados en el décimo tercer puesto en la tabla de medallas, por encima de España, Jamaica, Brasil y el resto de los países latinoamericanos.
Es verdad que ellos no son la primera pareja que brillan en las Olimpiadas. Antes de Río, 230 parejas que se comprometieron, casaron o participaron juntos en algún momento en unos Juegos Olímpicos han ganado medallas. 66 de ellas han sido de oros.
Algunas como Steffi Graf (oro en 1988) y Andre Agassi (oro en 1996) han tenido más renombre. Otras también han obtenido el título en el mismo deporte en las mismas olimpiadas, como los triatletas Jan Frodeno y Emma Snowsill en Pekín 2008.
Hay quienes han obtenido más de una medalla de oro, como la patinadora Anni Friesinger, con tres, y su esposo, Ids Postma, quien obtuvo una en 1988.
Pero nadie se puede acercar a lo que han logrado Trott y Kenny. Y es posible que la cuenta aumente ya que el dúo británico podría participar en los próximos juegos de Tokio en 2020, ya que ella tiene 24 años de edad y él 28.
Telenovelas y zapatos de tacón
Si bien fue el ciclismo y el gen competitivo lo que los unieron, es fuera de la pista donde se ha cimentado la relación, haciendo cosas como cualquier otra pareja.
De hecho, se comprometieron para casarse mientras veían una telenovela.
"La diferencia en el carácter es lo que ha hecho que funcione entre ellos", comentó el papá de Laura, Adrian Trott.
"Jason es un poco tímido, tranquilo, pensativo. Ella es toda dicharachera, habladora, así como la ves en las entrevistas".
"Si hubieran dos Jason sólo Dios sabe de qué hablarían. Y que nos salven si hay dos Laura en la misma casa", agregó.
La relación comenzó antes de la Olimpiadas de Londres 2012, que fueron los segundos de Kenny y los primeros de Trott.
"Recuerdo la primera vez que vi a Laura en el velódromo hace algunos años", contó la mamá de Jason, Lorraine Kenny.
"Le dije a mi marido: '¡Demonios! ¡Tienes que ver a esta chica!'. Ella estaba en la prueba de eliminación, toda menuda, y superaba a todas en cada aceleración. Fue extraordinario".
Lorraine, madre de dos hijos varones, bendijo la relación desde el primer momento.
"Ella es una chica que le gusta las cosas de mujeres, por lo que podemos hablar de maquillaje y ropa. Es todo un lujo al tener dos chicos. Después de años de autos de control remoto y días a la intemperie bajo la lluvia por fin puedo hablar de zapatos lujoso con alguien", expresó.
Determinación de acero
Él es el encargado de cocinar en la relación, ya que ella "es capaz de quemar una papa en un microondas". Pero en la pista no hay diferencias: ambos quieren ser los mejores.
"Lo que se me quedó en la mente", recordó del momento cuando la conoció a Trott su agente, Luke Lloyd Davies, "fue lo claro que tenía lo que quería lograr".
"Me dijo, 'quiero ser la más laureada deportista olímpica británica de todos los tiempos'. Recuerdo pensar que, para alguien de 21 años, se trataba de una determinación impresionante".
Lo cierto es que Laura Trott ha cultivado ese carácter desde que nació, con seis semanas de antelación y un pulmón colapsado.
Logró recuperarse después de semanas en terapia intensiva, pero su infancia iba a estar marcada por el asma que padecía.
Nadie podía presagiar que esa niña, a la que ni siquiera la gustaba tanto la bicicleta, terminaría siendo la mujer con mas medallas de oro olímpicas en la historia de Reino Unido.
El próximo paso para cumplir con su objetivo será superar a su futuro esposo en la cuenta total de medallas de oro y a Bradley Wiggins, quien se convirtió en Río de Janeiro en el deportista británico más laureado en los Juegos Olímpicos con ocho preseas.
El tiempo lo dirá.
