El Tour de Francia lo había ganado el sábado, pero este domingo es cuando el británico Chris Froome subió al puesto más alto del podio y se vistió elmaillot amarillo del vencedor.
Lo hizo tras completar los 109,5 kilómetros llanos de la última etapa de la competición, entre Sèvres y París, en la que se impuso al esprint el alemán André Griepel.
Froome, "el león de la sabana" que nació hace 30 años en Nairobi, Kenia, se encaramó de nuevo a lo más alto del podio junto al Arco del Triunfo de la capital francesa dos años después de su anterior victoria.
El líder del Sky, discutido por algunos y bajo sospecha permanente de dopaje, escuchó mano en el corazón el himno de su país.
Fue un momento emotivo, de reconocimiento al corredor que supo dominar la carrera de principio a fin, apareciendo en los momentos claves, como en aquella etapa de La Pierre de Saint Martin, en Pirineos, cuando sacudió de manera definitiva la general, a todos sus adversarios, uno a uno.
Segundo puesto para Quintana
El segundo lugar del Tour le correspondió al colombiano Nairo Quintana, algo que también se sabía desde la víspera.
Y es que a pesar de darlo todo en la etapa del sábado, el puerto de Alpe d' Huez, Quintana no pudo hacer anda para reducir el minuto y 12 segundos de ventaja que le sacaba el ciclista del equipo Sky.
"No he conseguido nada de lo que quería, ni la etapa ni el maillot", dijo Quintana el sábado, nada más terminar.
Y recordó que había perdido el Tour el primer domingo, cuando perdió 1 minuto y 28 segundos.
En 2013 quedó a 4 minutos y 20 segundos de Froome. Y en esta ocasión a 1 minuto 12 segundos.
El tercer puesto en el podio fue para el español Alejandro Valverde (Movistar), un ilustre veterano que a los 35 años ha logrado la ilusión de su vida, ser podio en el Tour después de 10 años de intentos frustrados.
