Ser un deportista profesional es muy difícil, hay que tener talento y además mucha dedicación. Ser deportista olímpico, aún más; pero ser uno de los mejores de la historia, está al alcance de muy pocos. El ex nadador Michael Phelps está en ese lugar, pero no todo es tan bueno como se imagina para el estadounidense.
Es que el "Tiburón de Baltimore" está lejos de sus momentos de gloria, donde era admirado por todo el mundo con sus récords e incontables victorias.
En una entrevista con CNN, confesó que lo está pasando mal: sufre con su depresión, ha tenido pensamientos suicidas e incluso cayó en el alcoholismo.
"Hace dos o tres semanas sufrí una depresión bastante escalofriante", dijo Phelps, de 33 años.
"No quería ver a un terapeuta al principio, pero comencé a darme cuenta de que me encontraba mejor y estaba más saludable. Aprendí muchas cosas sobre mí mismo que no sabía", agregó el deportista olímpico más ganador de la historia.
Aunque sin duda su momento más oscuro fue tras los juegos de Londres 2012, donde explicó que "había una parte de mí que no quería estar viva".
Pero el nadador no se rindió, salió adelante y volvió a triunfar: ganó 6 medallas (5 de oro) en Río 2016 y la vida volvió a sonreírle, al menos a medias.
Actualmente, Phelps está casado, es padre de dos hijos y su deseo es ayudar a otras personas que tengan experiencias similares, y afirmó que "me gustaría poder salvar una vida si pudiera. Sería más importante que ganar una medalla de oro".