BMX chilena Macarena Pérez explica cómo se hizo vegana al ver un video de una vaca jugando
El coronavirus detuvo en gran parte la realización de deportes y competencias, pero no así los objetivos de los deportistas que continúan entrenándose día a día en búsqueda de su futuro profesional.
Así le ocurrió a Macarena Pérez (23 años), la ciclista chilena de BMX que ya está clasificada a los Juegos Olímpicos de Tokio en la categoría freestyle, y que actualmente entrena en California con los mejores riders del mundo.
En entrevista con La Tercera, la deportista nacional contó que pudo viajar a la ciudad de Tehachapi —donde se encuentra el centro de entrenamiento Woodward West—, en esa parte de Estados Unidos, una semana antes de que cerraran la frontera para combatir los embates del COVID-19. Y que las circunstancias le han hecho conseguir más tiempo para entrenar ante la falta de torneos en el calendario.
Pérez reveló que dejó de comer carne "hace un tiempo" y que tiene un plan nutricional vegano.
"Desde siempre me han dado demasiada pena los animales. Y el año pasado, tras los Panamericanos, vi un video de una vaca jugando con una pelota y dije: 'sí, tienen sentimientos'. Después, vi un documental que mostraba a muchos deportistas veganos. Ahí me decidí, me hice vegana. Y ha sido la mejor decisión, porque ahora me siento más liviana, más ágil. Igual lo decidí junto a mi nutricionista, que es especialista vegana. Si no, me hubiese pasado lo que a muchos, que terminan dejando de comer nutrientes esenciales y les da anemia", dijo.
En Tehachapi se hospeda en casa de Coco Zurita, otro referente chileno del BMX —"es como tener otro coach", expresó—, que vive al lado de Woodward West.
Macarena Pérez viene de obtener la plata en el Mundial de China, lo que la encumbra hacia la posibilidad de alcanzar una medalla en los postergados Juegos Olímpicos de Tokio.
"Hasta yo me ilusiono. En el último tiempo no había tenido buenos resultados, más por un tema sicológico que físico. Estaba un poco limitada a hacer solo trucos que me aseguraran puntaje y no algo tan arriesgado, donde me pudiera caer. Pero en el Mundial pensé que era mi último campeonato del año. Así que si me caía o lesionaba, iba a tener tiempo para recuperarme. Fue un todo o nada y salió bien. Recuperé mi confianza. Mi entrenador me ayudó a trabajar sicológicamente esas inseguridades", contó.