La historia de Heung-Min Son será digna de recordar. El ariete surcoreano del Tottenham Hotspur de 26 años logró consagrarse campeón con su nación en los Juegos Asiáticos, luego de vencer a Japón por 2-1 en la prórroga de la final del certamen.
Pero la obtención de la presea de oro no fue lo más importante para Son. En Corea del Sur el servicio militar es obligatorio antes de los 28 años y el futbolista, que tiene contrato con su club hasta 2020, tenía cumplir su deber ciudadano como cualquier mortal, es decir, 21 meses alistado como mínimo, y hasta 36 dependiendo de la rama en que participe.
No obstante, en el país asiático existe un privilegio para los atletas. La ley establece que los deportistas que obtengan una presea en los JJ.OO o consigan el oro en los Juegos Asiáticos puedan eximirse del servicio militar, o bien clasificando a octavos de final de una Copa del Mundo, sueño que fue imposible tras quedar atrás de Suecia y México en el grupo F del Mundial de Rusia 2018.
Tras este hecho la imagen del llanto de Son se viralizó en redes sociales. El coreano, hasta ese momento, pondría fin prematuramente a su carrera como futbolista. Sólo una chance quedaba para que esto no ocurriera: los Juegos Asiáticos 2018 celebrados en Indonesia.
Y así fue. La estrella de los Spurs logró hacerse con la medalla de oro del certamen y eximirse de la obligación de su país. Final feliz para Heung-Min Son y los amantes del fútbol.
