En la celebración de su título en el Abierto de Roma, el serbio quiso descorchar una botella del vino espumoso y la consecuencia no fue de lo mejor.
El número uno mundial, Novak Djokovic, se adjudicó por cuarta ocasión en su carrera el Masters 1000 de Roma al imponerse este domingo en la final al suizo Roger Federer por 6-4 y 6-3.
Gran triunfo para el serbio que lo celebró como correponde. Sin embargo, tuvo un inconveniente al momento de descorchar una botella de champaña, ya que el corcho le llegó directamente a la cara.
Por poco no le golpeó en el ojo el corcho, lo que sin duda le habría provocado un daño tremendo en su visión, provocando una lesión fuera de la normalidad.
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