El fallo que recibió la atleta Caster Semenya es considerado histórico y sumamente controvertido.
La sudafricana, quien en el pasado ha sido objeto de discriminación por su apariencia masculina, perdió un caso contra la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) que pone un candado para los deportistas con diferencias de desarrollo sexual (DSD).
La nueva norma de la IAAF impone un control sobre los niveles de testosterona que pueden tener las corredoras, que en el caso de las atletas con DSD suele ser alto.
Semenya había impugnado la reglamentación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), organismo que rechazó su petición y confirmó con algunas reservas la validez de las nuevas reglas de la IAAF.
Ahora ella y otros atletas DSD deberán tomar medicación para competir en los eventos de pista a partir de 400m y hasta 1.600m, o de lo contrario cambiar de prueba.
Semenya, de 28 años y dos veces campeona olímpica de los 800 metros planos, expresó su molestia: "(La IAAF) siempre ha apuntado contra mí específicamente".
"Durante una década, la IAAF intentó frenarme, pero esto en realidad me hizo más fuerte. La decisión del TAS no me detendrá", expresó en un comunicado.
El TAS determinó que las reglas para atletas con DDS eran discriminatorias, pero que la discriminación era "necesaria, razonable y proporcionada" para proteger "la integridad del deporte femenino".
El organismo también expuso serias preocupaciones sobre la aplicación de las reglas, como le hecho de que los atletas puedan romper involuntariamente los estrictos niveles de testosterona establecidos por la IAAF.
Semenya aún es elegible para competir en Liga Diamante en Doha este viernes y puede presentar una apelación contra la decisión del TAS ante los Tribunales de las Cortes de Suiza dentro de los próximos 30 días.
Paula Radcliffe, poseedora del récord mundial de maratón, opinó que el TAS tomo una "decisión difícil" pero consideró que "el deporte femenino necesita reglas para ser protegido".
Por su parte, Martina Navratilova, 18 veces campeona de Grand Slam, criticó la decisión.
"El veredicto contra Semenya es terriblemente injusto para ella y equivocado desde su inicio. Ella no ha hecho nada malo y es terrible que ahora tenga que tomar medicación para poder competir ".
¿Por qué son "diferentes"?
Las personas con DSD no se desarrollan según las pautas típicas de género.
Sus hormonas, genes y órganos reproductivos pueden ser una mezcla de características masculinas y femeninas, que pueden llevar a niveles más altos de testosterona, una hormona que aumenta la masa muscular, la fuerza y la hemoglobina, lo que afecta la resistencia.
El término "trastornos" es controvertido y algunos de los afectados prefieren el término "intersexualidad" y se refieren a las "diferencias en el desarrollo sexual".
Los atletas con DSD tienen niveles más altos de testosterona natural, que la IAAF cree que les brinda una ventaja competitiva.
Esto es disputado por Semenya y su equipo legal.
"Las mujeres con diferencias en el desarrollo sexual tienen variaciones genéticas que no son diferentes a otras variaciones genéticas en el deporte", indicaron sus abogados.
También han advertido que la sudafricana "no desea someterse a una intervención médica para cambiar quién es ella y cómo nació".
Para Megha Mohan, periodista de la BBC especializada en temas de género e identidad, la decisión del TAS y del IAAF no resuelve el conflicto que se ha prolongado durante años.
"El espectro de identidad se extiende mucho más allá del binario, dicen activistas de derechos humanos, así que ¿no deberían las habilidades físicas de Semenya ser celebradas de la misma manera que la altura de Usain Bolt y la envergadura de brazos de Michael Phelps? El veredicto no señala el fin del debate", señaló.