Durante más de 400 años los astrónomos se han dedicado a observar el Sol desde grandes distancias, lo que ha dejado grandes misterios de la estrella vital de nuestra galaxia sin responder.
Sin embargo, esto estaría a punto de cambiar.
Entre el 31 de julio y el 19 de agosto de 2018, la NASA pondrá en marcha una nueva misión que tiene como objetivo "tocar el Sol". Para esta fecha, tienen programado lanzar la sonda "Solar Probe Plus" que logrará acercarse a 6,4 millones de kilómetros de la superficie del astro, la distancia más cercana jamás alcanzada en la historia de la astronomía.
Según la agencia espacial, se trata de una nave espacial resistente al calor, que está diseñada para explorar la atmósfera exterior del Sol y hacer observaciones críticas que responderán a viejas preguntas sobre la física de cómo funciona la estrella.
Actualmente la corona del Sol es inestable, produciendo viento solar, y eyecciones de masa de coronal que pueden resultar en intensas explosiones. Este flujo constante de partículas cargadas, puede afectar los sistemas satelitales, la base de gran parte de las telecomunicaciones e interconexión en la Tierra.
Además, la misión tratará de resolver algunos de los grandes enigmas de la física solar. Un ejemplo de esto es por qué la atmósfera del astro está mucho más caliente que su superficie (la fotoesfera).
Para soportar la alta temperatura, la sonda "Solar Probe Plus" contará con un escudo de fibra compuesta de carbono de 11,43 centímetros de grosor. Está contemplado que esta nave realice 24 sobrevuelos solares en siete años.
El anuncio oficial y sobre la próxima misión espacial se realizará mañana en el Auditorio del Centro de Investigación William Eckhardt de la Universidad de Chicago.