Los usuarios que intentaron escuchar ayer su canción favorita en la página web de streaming Grooveshark se encontraron con una sorpresa repentina.

El jueves la web cerró de forma repentina y sin avisar.

Y de la que fuera una de las precursoras del streaming musical –servicio que hoy lidera la empresa sueca Spotify– quedó solo un fondo oscuro con un comunicado.

"Queridos fans. Hoy cerramos Grooveshark", empieza el mensaje en el que la empresa pide perdón por los "graves errores cometidos" durante los casi diez años de vida del servicio.

"No contamos con licencias de los propietarios de los derechos para la gran cantidad de música disponible en el servicio", dice el comunicado.

"Estuvo mal. Pedimos perdón. Sin reservas".

La página tenía 30 millones de usuarios, según sus responsables.

Batalla legal

En realidad, el repentino cierre de la página se produce después de que Grooveshark perdiera una batalla legal contra la industria musical que duraba ya cuatro años.

Los responsables de la empresa llegaron a un acuerdo para evitar ir a juicio contra las principales discográficas –entre ellas Universal, Sony y Warner Music– por infringir los derechos de copyright.

En sus demandas, las discográficas decían que Grooveshark era un "descendiente directo" de empresas como Grokster, LimeWire y Napster, que tuvieron que cerrar por el mismo motivo.

Grooveshark permitía a los usuarios subir canciones, muchas veces protegidas por derechos de autor, para que otros usuarios las pudieran escuchar.

Aunque logró llegar a acuerdos con algunos sellos independientes, las grandes discográficas presentaron un cúmulo de demandas.

En septiembre, la situación se agravó para la empresa.

Thomas Griesa, juez federal de Estados Unidos, determinó que los ejecutivos habían animado activamente a los empleados a subir archivos con canciones, incluso aquellos que habían sido eliminados previamente por problemas de copyright.

El acuerdo con los demandantes evitará a los ejecutivos de la empresa, Sam Tarantino y Josh Greenberg, una posible multa que podría alcanzar los US$736 millones.

Victoria de la industria

"Es una importante victoria para los artistas y para toda la industria musical", celebró la Asociación de la Industria de Grabación de Estados Unidos.

Grooveshark fue fundada en 2006 por tres estudiantes de la Universidad de Florida. Además de los dos mencionados, el tercero fue el colombiano Andres Barreto, quien recibió el sobrenombre del Mark Zuckerberg latino, en referencia al creador de Facebook.

En su mensaje de despedida, los responsables de Grooveshark animan a los ususarios a utilizar las páginas legales de streaming.

"Si adoras la música y respetas a los artistas, a los que escriben canciones y a todos los que hacen posible la buena música, utiliza un servicio autorizado que compense a los artistas y otros poseedores de derechos", dice el comunicado.

Spotify cuenta en la actualidad con 60 millones de usuarios. De ellos, 15 millones pagan por disfrutar del servicio sin anuncios.

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