Por Luciano Jiménez

Por siete meses se mantuvo en hibernación el robot Philae Lander posado sobre un cometa. Ello debido a que, el 12 de noviembre pasado, el objeto se había ubicado en una zona oscura del cuerpo celeste, impidiendo que sus baterías solares se recargaran y obligando a apagar su sistema.

Pero todo ello se terminó este domingo cuando el robot despertó y envió un mensaje a nuestro planeta. "Aló Tierra, ¿puedes oírme?", preguntó el robot en su cuenta de Twitter

La noticia constituye un hecho importante para la comunidad científica. Esto porque el Philae es un explorador de cometas, y desde su posición, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, podía enviar valiosa información para su posterior análisis en la Tierra.

El explorador sólo alcanzó a estar 60 horas encendido sobre la superficie del cometa, para luego terminar apagándose. Esto después de un viaje interplanetario de 6.500 kilómetros, que se demoró diez años abordo de la sonda espacial europea Rosetta

Dentro de su misión, contaba con las herramientas necesarias para investigar el cuerpo celeste.

Por ejemplo, una perforadora le permitía recoger muestras internas de las superficie del cometa. Otras instrumentos con los que cuenta son los espectómetros, capacitados para analizar espectros luminosos, que le permiten estudiar la superficie del cometa, la coma (nube de polvo y gas que envuelve al núcleo de un cometa cuando éste se acerca al sol) y los gases expulsados.

Los estudios abarcarían, entre otras cosas, las formas, velocidades y colores de las partículas expulsadas y hacer un recuento de ellas. Además, se haría una medición del núcleo de acuerdo a las ondas de radio.

Origen del Sistema Solar y presencia de agua

El resultado de estos estudios constituye un hecho importante para los científicos a cargo de la investigación, debido al esfuerzo que les costó posicionar a la sonda Rosetta en la superficie del cometa.

Pero no menor a esto es el hecho de que este robot sea el primero en la historia en lograr posarse sobre la superficie de un cometa. Esto les permitiría a los investigadores estudiar sobre un tema del cual todavía no han logrado conocer en profundidad.

Sin embargo, la mayor importancia que han atribuído a la investigación de los cometas, es que con ello se podrían recoger antecedentes sobre el origen del Sistema Solar y la existencia de agua en otras partes diferentes a la Tierra.

Esto se debe a la composición de los cometas, los cuales han sido considerados como el material espacial con restos más antiguos del universo. Ello quiere decir que no han evolucionado radicalmente como sí lo han hecho los planetas.

Así se podrían conocer antecedentes sobre cómo eran las condiciones del Sistema Solar en sus orígenes. En el caso del cometa sobre el que se posó el Philae, éste fue seleccionado dentro de varios debido a que nunca ha pasado cerca del sol y por ello su composición no ha presentado alteraciones.

Otro de los factores importantes es que los cometas, dentro de su composición, están constituidos por una mezcla de hielo y polvo. De esta forma, se podría dar una explicación del origen de la presencia del agua en algunos planetas e incluso del origen de la vida.

A medida que se recolecten muestras del cometa, se podrán hacer comparaciones entre los restos primitivos del cuerpo celeste y los bloques que dieron forma a los planetas. También se podrán comparar las muestras de agua recogidas del cometa para contrastarlas con el agua de los océanos (debido a una teoría que asegura que los choques de los cometas entre sí habrían creado a los océanos).

Y por último, se busca determinar si las moléculas orgánicas que originaron la vida en la Tierra venían de estos cuerpos celestes.

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