Con Lego, los niños pueden dar rienda suelta a su imaginación uniendo piezas para crear formas divertidas y emocionantes.
Y ahora un diseñador colombiano ha desarrollado una prótesis infantil compatible con las piezas de Lego que es al mismo tiempo un brazo robótico, un juguete y una herramienta de aprendizaje.
"El objetivo del proyecto es dar a los niños una prótesis que los ayude a mejorar su calidad de vida, pero que al mismo tiempo sea una herramienta que los integre a la sociedad, ya que no es sencillo ser niño y no contar con una extremidad de tu cuerpo", le dijo a la BBC el colombiano Carlos Arturo Torres Tovar responsable del proyecto.
"Gracias a su diseño modular y características, otorgará a los niños confianza, algo muy indispensable en estos casos", añadió,
"Como colombiano, uno crece con el conflicto armado, y somos muy conscientes de personas que pierden extremidades o tienen dificultades a causa de la guerra".
Torres espera que los niños trabajen juntos para crear sus propios diseños.
Fue en el laboratorio de tecnologías de Lego donde Torres adquirió el conocimiento necesario para realizar el diseño de esta prótesis modular, cuyas partes se pueden sacar y unir según necesidad.
"Cuando estuve trabajando en Lego me di cuenta de cómo de sociales pueden ser los juguetes", añadió.
El brazo robótico IKO
Las prótesis que sustituyen brazos y piernas, cada vez son más avanzados e incluso se confunden con las extremidades reales, pero en el caso de los niños, Torres pensó que debía buscar algo que les haga sentir orgullosos de usarlas.
La respuesta fue el brazo robótico IKO.
La prótesis permite al usuario hacer las acciones típicas de un brazo como recoger objetos, manipular botones y manijas.
Pero lo que llama la atención es que dispone de varias partes desmontables para que el niño, utilizando piezas Lego pueda modificar su prótesis transformándola en diversas herramientas y conceptos que puedan ir desde una nave espacial, una linterna hasta una excavadora.
El sistema protésico creativo IKO ganó el premio Grand Prix en la cumbre de la tecnología digital Netexplo en París.
Torres, quien espera lograr la financiación para continuar desarrollándolo este año dijo: "Estoy muy contento con el premio. No me esperaba el Grand Prix".
El diseñador espera que sae pueda comercializar a finales de 2016 o mediados de 2017 con un precio de US$5.000.