Probablemente uno de los mayores enemigos de los productos electrónicos es la duración de sus baterías. Y la manera de que estos aparatos no queden obsoletos por culpa de ellas es un desafío a descubrir. Científicos en Estados Unidos están cerca de encontrar la fórmula, pero lamentablemente no han entendido totalmente el cómo lo hicieron.
Un grupo de profesionales de la Universidad de Irvine en California desarrollaron un sistema que multiplicó el ciclo de vida de una batería hasta en 200.000 ciclos de recarga, pero la respuesta es sorprendente.
"Empezamos a someter a los dispostivos a ciclos de recarga, y poco a poco nos fuimos dando cuenta de que sus baterías no decaían, y todavía no entendemos cuál es el mecanismo", dijo Reginal Penner, uno de los responsables del estudio, citado por Popular Science.
Las baterías usan, en su mayoría, litio, elemento que después de un tiempo destroza el producto por culpa de la corrosión.
Ahora, los científicos utilizaron un nanocable de oro y un gel electrolítico, lo que protege el circuito de ese proceso químico. Si se quiere aumentar la carga, se debe alargar el cable.
Eso sí, ocurre un inconveniente: utilizar oro es demasiado caro para usarlo en baterías y, más aún, primero se debe confirmar si es el gel el elemento que hace más resistente la pila.