Para muchas personas es cómodo hacer sonar las articulaciones para descontracturar alguna parte del cuerpo. Sin embargo, esta recurrente práctica -al parecer- podría provocar severas consecuencias. Así le pasó a Natalie Kunicki de 23 años, a quien al mover y hacer crujir su cuello para relajarse, le dio un derrame cerebral.

Leer también: Joven sufre derrame cerebral y queda con medio cuerpo paralizado tras hacer sonar su cuello

"La gente necesita saber que incluso si eres joven, algo tan simple como un movimiento puede causar un derrame cerebral. Mi intención no fue romperme el cuello, solo me quise estirar y escuché un 'crack'", relató Kunicki a The Sun.

Cuando la joven británica se dirigió al centro hospitalario porque tenía paralizada su pierna izquierda, los médicos descubrieron que la fractura de su cuello había reventado su arteria vertebral.

Pero Kunicki no ha sido la única afectada por esta “relajante” práctica. Josh Hader, de 28 años, estaba trabajando en su casa cuando estiró el cuello porque lo tenía adolorido hace unos días. Lo que nunca pensó es que el estallido que escuchó le provocaría un derrame cerebral.

De acuerdo a lo consignado por Daily Mail, el estadounidense fue informado por sus médicos que sufrió un accidente cerebrovascular isquémico, “que ocurre cuando el flujo de sangre se bloquea en el cerebro, generalmente por un coágulo de sangre, lo que constituye la mayoría de los accidentes cerebrovasculares”.

Hacer crujir el cuello: ¿Una práctica peligrosa?

El doctor Jorge Cuéllar, traumatólogo de la Red de Salud UC Christusdijo a T13.cl que “no necesariamente estos casos corresponden a un derrame cerebral” sino que a una condición denominada “disección de la arteria vertebral”.

“Esta es una arteria que se encarga de nutrir una parte importante del cerebro que sale desde el corazón y sube bordeando la columna vertebral”, explicó el especialista. A pesar que su disección podría ser asintomática, también podría asociarse a ciertos signos como un intenso dolor cervical y de cabeza, mareos, pérdida del equilibrio y -eventualmente- problemas para hablar.

En esta línea, Cuéllar señaló que en los años noventa comenzaron a surgir casos reportados de disecciones de la arteria vertebral, después de las manipulaciones de columna, principalmente, en  trabajos quiroprácticos.

Sin embargo, luego de analizar los casos no hubo la suficiente evidencia como para  afirmar que la quiropraxia pudiese ser un posible detonante de la disección.

“Si revisas la evidencia la tasa de disecciones de la arteria vertebral después de este movimiento dirigido como en una sesión de quiropraxia dirigida, es súper poco frecuente, incluso 2 o 3 casos por millón”, afirmó.

A pesar que no se ha analizado las consecuencias de un mal movimiento individual del cuello, el traumatólogo indicó que es muy “raro” que termine en una disección arterial.

“Si tu eso lo trasladas a mover el cuello tú, probablemente esa tasa, que no está estudiada, sea aún menos frecuente (...) Las consecuencias que puede tener esto no están del todo claras, sin embargo, no parece ser una práctica que uno debiese prohibir hoy”, aseguró el doctor.

¿Qué hay detrás de hacer sonar los dedos?

Otro de los hábitos más frecuentes para “liberar tensiones” es hacer sonar los dedos de las manos, movimiento que ha estado rodeado de muchos mitos.

Aunque no está completamente comprobado, el especialista señaló que el sonido que se genera a través de estas extremidades “tiene que ver con la formación de burbujas en el líquido sinovial que recubre las articulaciones”. Además, Cuéllar descarta que esta práctica tenga relación con futuras enfermedades.

“Lo que sí puedo decir es que no se asocia a desarrollar degeneración de las articulaciones, por ejemplo, artrosis”.

Publicidad