Sebastián “Tatán” Luchsinger, recordado relator deportivo de Canal 13, habló acerca de su nueva vida alejado de las canchas.
Según reveló, en 2020 partió junto a su esposa a Chillán –su tierra natal– en busca de nuevas oportunidades. Y aunque tuvo la posibilidad de trabajar en una radio, cuenta, las opciones de trabajo no eran muchas.
Pero regresó a Santiago y, tras un paso por TNT Sports, “Tatán” reconoce que las chances de continuar en el relato eran escasas y comenzó a buscar en otras cosas. “Me encontré con una labor preciosa y linda”, afirmó a Las Últimas Noticias.
“Y no tengo vergüenza en contarlo porque después de todo es un trabajo digno y en el que he conocido gente valiosa”, relató.
“Trabajar como recolector de basura me ha servido para darme cuenta de que hay seres invisibles que hacen una pega vital como recoger la basura. A mí me toca hacerlo, como también lavar las calles. Me levanto a las 4 de la mañana y voy contento”, continuó.
El ex relator del 13 también lamentó que “muchas personas miran con recelo este trabajo. Incluso me he encontrado con varios con varios conocidos que han dado vuelta la cara cuando me han visto recoger la basura o lavar las calles en Santiago. No manejo un camión. Levanto la basura”.
“A veces uno no se da cuenta de estas cosas, pero ahora que me toca vivirlo en carne propia le doy mucho valor. También me ha servido para valorar muchas cosas y también para darme cuenta que con cosas sencillas uno es feliz”, agregó.
Sobre cómo fue el radical cambio de actividad, asegura que su jefe “me dijo que me pondría a llorar, pero fue bonito. Le tengo un gran cariño. Obvio que uno piensa cosas y recuerda todo lo que vivió. Pero no me da vergüenza contar que soy recolector de basura. Trato de hacer bien mi pega”.
Además, reconoce que le costó “mucho” asumir esta nueva labor. “Porque yo venía de otro mundo, pero después descubrí que es un mundo lindo”.
Finalmente, sobre la posibilidad de volver a relatar, reconoció que “a mí me decían el Narrador de los Sueños. Ahora no hay sueños. Sólo vivo el día a día. No escucho deportes ni veo los bloques deportivos porque me da mucha pena y nostalgia. Ahora mi voz sigue intacta, pero uno entiende también que hay chicos nuevos. Me pica el bichito de tomar el micrófono y relatar”.