"Surfonomics", o el cálculo de los beneficios económicos del surf, es un área más bien desconocida y residual de la economía cuyo nombre ni siquiera es oficial.
Pero para Thomas McGregor y Samuel Wills introducirse en ella fue más bien un desarrollo natural de sus vidas.
McGregor y Wills pertenecen al Departamento de Economía de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Y a los dos les gusta el surf.
"Los dos teníamos ideas similares, pero nunca las habíamos discutido", le explica a BBC Mundo McGregor.
En sus años de práctica de surf, ambos habían ido percibiendo cómo los lugares donde hay buenas olas para el surf acaban desarrollándose económicamentemás que lugares similares donde las olas no son tan buenas.
"Así que nos preguntamos cómo afecta el surf al desarrollo económico local",dice McGregor.
Estudios anteriores habían calculado el valor económico de las olas en un determinado lugar analizando cuánto gastan los surfistas en alimentos y alojamiento, por ejemplo.
Y otros estimaron las ganancias conjuntas de las grandes marcas de productos relacionados con el surf, como tablas o trajes de neopreno.
Pero estos economistas utilizaron un método poco convencional para intentar calcular el valor económico de las olas buenas para el surf a nivel global.
Un beneficio millonario
McGregor y Wills calcularon que esas olas, al promover la práctica del surf, producen un beneficio económico de unos US$48.000 millones en todo el mundo al año.
Para llegar a esta cifra, los economistas tomaron primero una base de datos global de 5.151 olas donde se califica su calidad y dificultad, entre otras características.
Luego, utilizaron datos satelitales de cantidad de luz emitida durante la noche en todo el planeta y los utilizaron como indicador aproximado (proxy) de la actividad económica.
"En economías emergentes donde los datos de Producto Interno Bruto no son tan buenos, este indicador es muy útil", cuenta McGregor.
Las olas de alta calidad aumentan la actividad económica del lugar entre un 16% y un 32% a lo largo de un periodo de 21 años.
La ventaja que tiene el análisis de McGregor y Willis es que tiene en cuenta las actividades relacionadas indirectamente con el surf, como el alquiler de autos, y no solo las directamente relacionadas.
El pionero
Se considera que el pionero de la "surfonomics" es Chad Nelsen, director de la fundación medioambiental Surfrider, establecida en California.
Nelsen, aficionado al surf, inició una campaña en 2002 contra la construcción de un condominio en el pueblo de Rincón, en Puerto Rico, admirado por los surfistas por la calidad de sus olas.
Nelsen y los otros surfistas temían que la construcción moviera los sedimentos de la playa y enterraran un arrecife que originaba esas olas tan buenas.
Entonces lograron convencer a Linwood Pendleton, economista de la Universidad de Duke, para demostrar que las olas que rompían en la playa constituían unrecurso multimillonario.
El estudio calculó que el turismo en el pueblo, vinculado en su mayoría a las olas, generaba al menos US$52 millones al año.
Con este cálculo, Nelsen y otros surfistas lograron detener el proyecto.
"Concluimos que la gente estaba comprando segundas residencias solo por el surf", le dijo Pendleton en 2012 al Washington Post.
En Rincón se creó posteriormente la Reserva Marina Tres Palmas, "una de las primeras reservas marinas dedicadas al surf y a la protección del medioambiente marino", según se explica en la página de Surfrider.
En 2007, otro estudio concluyó que las olas de Mundaka, un lugar popular para los surfistas en el norte de España, generaban unos ingresos de US$4,5 millones al año.
Un análisis de una asociación de surfistas británicos (Surfers against sewage) calculó que el surf contribuye con entre US$1.290 millones y US$2.300 millones a la economía del Reino Unido al año.
Es probable que las repercusiones económicas del surf en todo el mundo sigan creciendo.
Solo entre 2001 y 2011, el número de aficionados al surf pasó de 26 a 35 millones en todo el mundo, según el semanario británico The Economist.
Y este deporte será incluido por primera vez en unos juegos olímpicos en Tokio 2020.
Al preguntarle BBC Mundo si él y Willis han practicado surf juntos alguna vez,McGregor se ríe.
"Lo hemos hablado, pero siempre se interpone el trabajo", contesta.