Los medinfluencers, profesionales que aprovechan su experiencia para educar y orientar en redes sociales, son divulgadores de salud que aúnan su experiencia profesional con la de comunicadores digitales. Usan Instagram para difundir información sobre salud de una manera educativa y atractiva. Hacen uso de la naturaleza multimodal de esta plataforma –a través de la combinación de texto escrito, audio, imágenes y vídeos– para desmitificar conceptos médicos complejos y ofrecer consejos de salud prácticos.

Al hacerlo, no solo llegan a sus seguidores de una forma más personal y directa, sino que también abren canales de comunicación que permiten a los espectadores interactuar, hacer preguntas y participar activamente en su propio proceso de aprendizaje. Los temas tratados pueden variar desde la nutrición y el ejercicio hasta la salud mental y la prevención de enfermedades. Su capacidad para alcanzar audiencias extensas y generar debates sobre la salud está estableciendo nuevos estándares en la educación para la salud y la comunicación médica.

La red social Instagram, la tercera más popular, por detrás de Facebook y YouTube, tiene más de mil millones de usuarios activos mensuales y se ha convertido en un medio de comunicación y educación.

Estrategias metacomunicativas y multimodales

Debido al carácter multimodal de Instagram, los medinfluencers han desarrollado técnicas sofisticadas para captar la atención de sus seguidores y garantizar que los mensajes no solo se visualicen, sino que también se comprendan y recuerden.

El uso de gráficos informativos, infografías, vídeos demostrativos y narrativas visuales son estrategias comunes que mejoran la comprensión de la información al combinar estímulos visuales y textuales de una manera efectiva.

 

Además, la interactividad que ofrecen estas herramientas fomenta una mayor implicación del público. Los seguidores no solo consumen contenido, sino que interactúan con él a través de me gusta, de comentarios y compartiéndolo en sus cuentas.

Todo ello aumenta la retención de la información por parte del usuario y su disposición a cambiar comportamientos o actitudes relacionadas con la salud.

Divulgar en español o en inglés

Las estrategias de comunicación que estos profesionales emplean son muy diversas, pero aún lo son más cuando comparamos a los medinfluencers que se comunican en distintos idiomas. Nuestro reciente estudio indaga acerca de la manera en la que la información relacionada con la salud se comunica en dos idiomas (inglés y español) y, por lo tanto, en diferentes culturas.

Para poder llevar a cabo este estudio, se analizaron 200 posts procedentes de 10 cuentas de Instagram en español y 10 en inglés de los “medinfluencers” con más seguidores en los dos idiomas. Para determinar el nivel de popularidad de estos, se tuvieron en cuenta cuestiones como el perfil, la experiencia profesional, la temática sobre la que publican, la frecuencia de publicación, el tipo de publicaciones más habituales (de texto, de vídeo, imágenes, etc.) y el número de seguidores.

De entre los más populares en español (en el momento de redactar este artículo), nos encontramos a Mario Alonso Puig (2,3 millones de seguidores), Sergio Peinado (1,6 millones de seguidores) y Lucía Galán (1 millón de seguidores).

Por otro lado, en lengua inglesa destacan medinfluencers como Nicole LePera (8,4 millones de seguidores), Mark Hyman (2,8 millones de seguidores) o Hazel Wallace (765 000 seguidores).

De entre los resultados obtenidos en este estudio destacamos que, en inglés, la brevedad y la eficiencia son a menudo prioritarias, lo que refleja una cultura que valora la rapidez y el ser directo.

 

Sin embargo, en español se tiende a valorar la claridad y la exhaustividad, y nos encontramos con contextos ricos y detallados que facilitan una comprensión más profunda y holística de los temas tratados.

 

Expectativas culturales

La diferencia entre ambos idiomas podría reflejar no solo preferencias lingüísticas, sino también las diferentes expectativas culturales. Al utilizar un lenguaje sencillo y divulgativo, estos medinfluencers nos indican la forma en que las sociedades contemporáneas manejan temas de salud.

En español, los medinfluencers se comunican con gran detalle. Esto incluye el uso frecuente de explicaciones amplias y la incorporación de ejemplos prácticos que ayudan a ilustrar los puntos clave. Este enfoque detallado no solo asegura que la información sea accesible, sino que también fomenta una comprensión más profunda y una mayor interacción entre el creador de contenido y su audiencia.

Por otro lado, en inglés la comunicación tiende a ser más práctica. Los mensajes son cortos y van al grano, diseñados para transmitir información de manera eficiente en un formato que se puede consumir rápidamente. Este estilo responde a una preferencia cultural por la inmediatez y la claridad; se valora el tiempo como un recurso escaso y se da prioridad a la rapidez y no tanto a la profundidad en la comunicación de la información.

Implicaciones pedagógicas

Entender cómo las expectativas culturales influyen en la comunicación puede mejorar significativamente la relación médico-paciente y aumentar la eficacia de las intervenciones de salud.

La adaptación de las estrategias de comunicación en el ámbito de la salud para reflejar estas diferencias lingüísticas y culturales podría tener un impacto profundo en la efectividad de las campañas de salud.

Al diseñar materiales de comunicación que respeten y reflejen las preferencias de comunicación de diferentes grupos lingüísticos, las organizaciones de salud pueden aumentar significativamente el alcance y el impacto de sus mensajes.

Claves para saber si me puedo fiar

Elegir a qué medinfluencer seguir en redes sociales no debe ser una decisión tomada a la ligera, especialmente cuando se trata de temas tan importantes como es la salud.

Por ello, antes de tomar toda la información ofrecida al pie de la letra, recomendamos verificar las credenciales académicas y profesionales del influencer. Muchos profesionales incluyen (aunque brevemente por cuestiones de espacio) sus titulaciones, certificaciones y afiliaciones en sus perfiles. Además, su experiencia y especialización en un campo de la medicina son indicativos de un fundamento sólido en la materia que discuten. Es aconsejable echar también un vistazo a sus páginas web profesionales (la mayoría de ellos cuenta con una).

Asimismo, debemos tener en cuenta la honestidad del personaje acerca de las colaboraciones comerciales. Aquellos medinfluencers que sean éticos, siempre divulgarán cualquier relación comercial que pueda influir en su contenido verbalmente o mediante las etiquetas. Esto es fundamental para evaluar la imparcialidad de la información que proporcionan.

Resulta también importante evaluar la calidad y la fuente de la información que comparten. Los medinfluencers en los que uno puede confiar su salud tienden a basar sus recomendaciones en evidencia científica actualizada y citan estudios de revistas prestigiosas o intervenciones de conferencias médicas reconocidas.

Huelga decir que hemos de desconfiar de todos aquellos que promueven curas milagrosas o resultados garantizados, especialmente si estos están vinculados a productos específicos.

Comunicación clara y precisa

Por otro lado, el uso adecuado del lenguaje es un criterio esencial para evaluar la credibilidad de un medinfluencer. La precisión y la propiedad en el uso de terminología médica son indicativos de un conocimiento profundo y especializado.

Un medinfluencer fiable se esforzará por comunicarse de manera clara y coherente, y organizará sus publicaciones de forma lógica y articulada, lo cual facilita la comprensión y muestra respeto hacia el receptor de la información.

La presencia de errores ortográficos o gramaticales frecuentes puede ser otra señal de alerta. Aunque un error ocasional es humano, las publicaciones plagadas de errores pueden reflejar un descuido o falta de profesionalidad, que potencialmente se extiende a la precisión de la información médica que se está proporcionando.

Finalmente, podemos observar cómo interactúan con sus seguidores. Los profesionales éticos no ofrecen diagnósticos ni tratamientos personalizados sin una consulta formal.

Estos consejos le permitirán ir con cuidado a la hora de “seguir” (o no) a medinfluencers, ya que no podemos fiarnos de todo lo que leemos, vemos y escuchamos en las redes sociales. Debe asegurarse de que toda la información relacionada con su bienestar físico y mental esté basada en datos veraces y fiables.

Un modelo de comunicación

Los medinfluencers en Instagram no solo están cambiando el panorama de la comunicación en el ámbito de la salud digital, sino que también están proporcionando un modelo valioso para transmitir información de una manera motivadora y personalizada (siempre que sepamos escoger a los medinfluencers más fiables).

Esta evolución en la comunicación digital ofrece una oportunidad única para mejorar la salud a una escala global a través del uso de las redes sociales como una herramienta poderosa para el cambio social y educativo.

Las personas firmantes no son asalariadas, ni consultoras, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado anteriormente.

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