Más de 200 personas mueren asfixiadas por atragantamiento en Reino Unido cada año, tanto adultos como niños.
Encontrarse en esta situación puede ser terrorífico. Pero conocer unos cuantos consejos simples puede ayudar a salvar la vida de alguien si se está asfixiando.
Si un niño puede caminar, entonces hay que tratarlo como un adulto. Estas son las tres cosas que hay que hacer:
Toser. Conseguir que tosa, y si esto no funciona…
Dar palmadas. Hacer que se incline hacia delante, aguantarlo con una mano en el centro del pecho y darle un fuerte golpe en el centro de la espalda, con la palma de la mano. Tienes que ser firme y sentir el golpe en tu mano.
Si el primer golpe no logra desalojar el objeto, vuelve a golpear. Revisa cada vez si has conseguido eliminar la obstrucción y no dejes de hacerlo hasta la quinta vez. Si no funciona, no entres en pánico.
Compresión abdominal. Abraza a la persona desde atrás con los dos brazos. Agarra tu pulgar con la mano y ciérrala en forma de puño. Luego apoya el puño con el pulgar sobre el abdomen, en un punto a media distancia entre el ombligo y el final del esternón.
Pon la otra mano encima y aprieta con fuerza hacia arriba y hacia adentro.
Una vez hecha la maniobra, revisa si la persona ha logrado evacuar el objeto que la estaba asfixiando.
Si no, repítelo hasta cinco veces. Si nada de esto funciona, repite las cinco palmadas anteriores.
Este procedimiento se conoce como la maniobra de Heimlich.
Llama a una ambulancia si tres ciclos de palmadas y golpes abdominales no han funcionado. Incluso si la compresión abdominal ha funcionado, es importante evaluar si se ha producido algún daño interno.
No tengas miedo en probar estas técnicas. Es una emergencia, hay que intentarlo.
Si el que se está ahogando es un bebé que todavía no sabe andar, adapta estas técnicas.
Para las palmadas, pon al bebé boca abajo estirado sobre tu antebrazo y dale una palmada con firmeza en el centro de la espalda con tu otra mano. De nuevo, la palmada debe ser dura y limpia.
Igual que en el primer caso, hazlo hasta cinco veces.
Si esto no funciona, con dos dedos comprime con fuerza el pecho del bebé hacia el interior y, ligeramente, hacia arriba, en el esternón, en el centro del pecho justo por debajo de los pezones.
De nuevo, haz hasta cinco de estas maniobras, y si es necesario, da la vuelta al bebé y vuelve a darle las palmadas.
Consigue que alguien llame una ambulancia si las palmadas y los golpes no han funcionado, y asegúrate de que alguien examinará al bebé si has tenido que hacer una compresión abdominal.