El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) emitió el pasado martes una resolución en la cual determina que el pipeño, tan popular en Fiestas Patrias, ya no debe considerarse como vino bajo los estándares de producción.

“En respuesta a la confusión generada en algunos sectores respecto a la clasificación del pipeño, el Servicio Agrícola y Ganadero reitera que la resolución exenta N° 4077/2023 no desvaloriza este producto, sino que busca resguardar su identidad como una bebida alcohólica auténtica, característica de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío”, expuso en su sitio oficial el organismo dependiente del Ministerio de Agricultura.

“Este reconocimiento permite diferenciar claramente al pipeño de otros productos en el mercado, otorgándole una protección especial y asegurando su posición como parte del patrimonio cultural chileno”, añade la publicación.

Sin embargo, para el experto vitivinícola Pablo Lacoste esta situación acarrea también una polémica.

Pipeño: ¿Por qué es polémica la resolución del SAG?

“El gran problema es la ley nacional que establece que solamente se puede denominar vino el que tiene 11,5 grados de alcohol. Esa es una ley errónea, autoritaria y confusa que ha creado todo este problema”, expuso el especialista.

“El vino es fermentado de la uva y durante mil años, en la Edad Media, en Europa, el vino tenía 8, 9 grados, y era vino. Pero bueno, acá a alguien se le ocurrió, algún político hizo una ley, y quedó esa ley marcando eso”, continuó su reclamo.

El pipeño es de producción campesina, no industrial, aclara Lacoste. En ese sentido, hay veces que por distintos factores; como sombra, inclinación, o en un año frío, éste no alcanza un determinado grado de azúcar y por lo tanto no alcanza los 11,5°.

Frente a esto, el experto plantea que “si el SAG detecta que hay un pipeño con menos de 11,5 grados le tiene que pasar un parte, no porque el SAG sea mala persona, sino porque está obligado por esa maldita ley, que es urgente cambiar, que establece la obligación de los 11,5 grados”.

“Entonces qué es lo que hizo ahora el SAG. Sacó una resolución permitiendo la venta de pipeño con menos de 11,5 grados sin pasarle parte. Lo único que les pide a los productores de pipeño que no alcancen ese grado, que no le pongan la palabra vino”, agregó.

Más que una solución, Lacoste lamenta que ahora vamos a tener dos tipos de pipeño: uno sobre 11,5 grados que sí tiene derecho a poner la palabra vino en la etiqueta y otro que no.

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