La noche de este lunes en un capítulo estreno de "De tú a tú", Martín Cárcamo recibió en su casa al periodista Rafael Cavada.
El reportero de 54 años inició la íntima conversación contando que toma café casi todo el día, sin parar. "Me tomo un par de litros de café al día. Busco cafés que tengan más sabor que cafeína. De repente uno se empieza a cuidar cuando tiene hijos", señaló.
Sobre esto último y el cuidado de su salud, el periodista recordó un polémico episodio que protagonizó en 2007, donde fue detenido bajo los efectos del alcohol.
Esta situación ocurrió luego de su llegada a Chile tras cubrir la guerra en Irak, cuestión que le generó una gran depresión que, incluso, le costó varios años superar.
"La vida me parecía muy sin sentido, después de tantos conflictos. Tú pasas de cubrir algo súper importante, colaborando con un proceso histórico, dándolo a conocer, evitando que se produzcan más guerras, denunciando los abusos y violencia", relató.
Y continuó: "Y llegas acá y haces una nota que se cae porque te piden que hagas la ardillita que esquía o por la noticia de la última modelo con el futbolista, entonces se vuelve muy sin sentido".
En esta misma línea, reconoció que su vida profesional en Chile lo terminó desmotivando. "No quería hacer nada. Me levantaba igual, soy súper funcional en ese aspecto, pero empecé a sentir que nada me interesaba. Y para mí sentir que mi trabajo no tiene propósito es como estar muerto en vida. Llega un momento en que esa tristeza te invade tanto que encuentras cosas interesantes que hacer, pero la tristeza no se va", precisó.
"Yo creo que básicamente andaba peleado con la vida. Yo no establecía relaciones con mi entorno, ni siquiera utilitarias. Mis relaciones con, ya fueran mis parejas o compañeros de trabajo, dejaron de tener el peso que deben tener (…) Tenía mucha ira, estaba peleado conmigo mismo, no me aguantaba a mí mismo", contó.
Siguiendo con su relato, Cavada mencionó lo que su siquiatra le dijo en ese momento. "Ella me explicó que yo me levanto un día con un ánimo en que quiero llevarme todo por delante y al día siguiente sin ánimo para levantarme. Eso se llama desorden del ánimo, y es fisiológico", sostuvo.
"Yo estaba convencido de que lo mío era solo algo que yo procesaba mal, y no, hay un grado en que las depresiones producen un desorden de transmisores, y eso se arregla con un estabilizador de ánimo. Y al mes, si yo no estaba bien, al menos ya estaba sereno. Eso creo que es lo que tengo hoy, que puedo enfrentar todo con serenidad, y eso es un regalo súper importante", reveló.
Reconocer las emociones
Tras todo lo que le había sucedido, Rafael Cavada señaló que logró aprender algo esencial: reconocer las emociones.
"“A los hombres no se nos enseñó a gestionar nuestras emociones, y la única emoción que los hombres podemos exteriorizar legítimamente sin que nadie te critique es la ira. Por eso los hombres si estamos angustiados nos enojamos, si estamos frustrados nos enojamos, si estamos tristes nos enojamos, si estamos ansiosos nos enojamos. Es súper importante aprender a reconocer tus emociones, a identificarlas, asumirlas y tratarlas", indicó.
Su momento más bajo al respecto fue en 2007, cuando un confuso incidente en un auto terminó con Rafael arrestado por conducir ebrio y agredir a dos conductores. "Era ira. Un tipo me tira el auto encima, lo insulto, él me insulta, freno el auto, me bajo, otro tipo se mete, qué te metís voh, y a voh qué te pasa. Cuando era todo tan fácil como decir 'Oiga señor, cuidado con el auto'. Yo creo que ese fue un punto de inflexión, darme cuenta por qué yo reaccioné así", confidenció.
Parte esencial de ese cambio en Rafael fue su pareja, Fiorella Choque, uruguaya 17 años menor con la que tiene una relación de muchos años, y están casados desde 2014. "Ella ha sido fundamental, de hecho yo la conocí en uno de los peores momentos de mi vida", contó Rafael, quien la vio por primera vez en la casa de sus abuelos en Uruguay, porque era compañera de curso de un primo.
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