En el cine, un descubrimiento como este es el punto de partida detrás de la clonación de dinosaurios para un parque de diversiones.

Pero para los científicos, el haber descubierto la cola de un dinosaurio emplumado en perfecto estado preservado en ámbar es aún más fascinante.

El hallazgo único en su tipo ayudará a abrir una nueva ventana en la biología de los animales que dominaron la Tierra durante más de 160 millones de años.

Un examen sugiere que la cola era de color castaño en la parte superior y blanca en su parte inferior.

Es descrita en la revista Current Biology.

"Esta es la primera vez que hemos encontrado material dinosaurio conservado en ámbar", dijo a la BBC un coautor del estudio, Ryan McKellar, del Museo Real de Saskatchewan en Canadá.

El autor principal del estudio, Lida Xing, de la Universidad China de Geociencias en Pekín, descubrió el notable fósil en un mercado de ámbar en Myitkina, Birmania.

La pieza de 99 millones de años de antigüedad ya había sido pulida para usarla como joyería y el vendedor había pensado que era material vegetal.

Pero en una inspección más cercana, resultó ser la cola de un dinosaurio con plumas del tamaño de un gorrión.

McKellar dijo que la anatomía de la cola mostró que pertenecía a un dinosaurio con plumas, y no un pájaro antiguo.

"Podemos estar seguros de la fuente debido a que las vértebras no se fusionan en una varilla o pigóstilo como en las aves modernas y sus parientes más cercanos", explicó.

"En cambio, la cola es larga y flexible, con quillas de plumas corriendo por cada lado".

McKellar dijo que hay señales de que el dinosaurio todavía contenía fluidos cuando quedó atrapadoen la resina de árbol que finalmente formó el ámbar.

Esto indica que incluso podría haber quedado atrapado en la sustancia pegajosa mientras todavía estaba vivo.

Otro de los autores, Mike Benton, de la Universidad de Bristol, añadió: "Es increíble ver todos los detalles de una cola de dinosaurio, los huesos, la carne, la piel y las plumas, e imaginar cómo la cola de este pequeño quedó atrapada en la resina, y luego murió presumiblemente porque no pudo liberarse".

El examen químico de la cola incluso muestra rastros de hierro, una reliquia de la sangre del animal.

Los resultados también arrojan luz sobre cómo las plumas estaban dispuestas en estos dinosaurios.

Las plumas carecen de un eje central bien desarrollado (el raquis) que se conoce en las aves modernas.

Su estructura sugiere que los dos niveles de ramificación en las plumas modernas, conocidos como barbas y bárbulas, surgieron antes de la formación del raquis.

El estado de Kachin, en el noreste de Birmania, donde se encontró el espécimen, ha sido productor de ámbar durante 2.000 años.

Y debido a la gran cantidad de insectos conservados en depósitos, en los últimos 20 años se ha convertido en un foco de atención para los científicos que estudian a los artrópodos (invertebrados) antiguos.

"Las piezas de ámbar más grandes a menudo se rompen en el proceso de la minería. En el momento en que los vemos muchas veces se han convertido en cosas como joyas. Nunca sabemos qué parte de la muestra se ha perdido", dijo McKellar.

"Si tuviera un ejemplar completo, por ejemplo, se podría ver cómo estaban dispuestas las plumas a través de todo el cuerpo. O podrías mirar otras características del tejido blando que por lo general no se preservan".

Otras partes conservadas de un dinosaurio con las plumas también podrían revelar si se trataba de un animal volador o uno que se deslizaba.

"Ha habido otros informes anecdóticos de especímenes similares procedentes de la región. Pero si desaparecen en colecciones privadas, están perdidos para la ciencia", explicó McKellar.

Paul Barrett, del Museo de Historia Natural de Londres, describió a la muestra en ámbar encontrada como una "muy rara aparición de material vertebrado en ámbar".

"Un bello fósil", dijo con fascinación.

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