¿Quién dijo que sería una mala idea?
Eso debe haberse preguntado (o no) una estudiante de la Universidad de Puerto Rico - Mayagüez cuando se le ocurrió fotografiarse con la mascota de la casa de estudios en la ceremonia de titulación.
El perro, de nombre Tarzán, vivió el mejor día de su vida, más que el de la licenciada, cuando ella se acercó a tomarse una fotografía con él, y este no encontró una mejor manera de agradecerle la oportunidad que comiéndose su diploma ante las risas y miradas desconcertadas del resto de los asistentes.
Cuando lograron quitarle el cartón, a la mujer no le quedó más que poner una cara de "ya ni modo".
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