Tras subir por las escalinatas más exclusivas del planeta, estrellas y celebridades internacionales se congregaron la noche del lunes en la gala del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, una extravagante velada filantrópica, tras dos ediciones trastocadas por la pandemia de covid-19.
En el corazón de Manhattan, la icónica fiesta anual volvió a reunir a cientos de famosos vestidos por grandes marcas, con atuendos chic, glamurosos, inverosímiles o portadores de mensajes políticos.
¿La consigna para 2022? "Gilded Glamour", en alusión a la denominada "Gilded Age", la época dorada estadounidense de finales del siglo XIX.
La copresentadora Blake Lively fue una de las primeras estrellas en deslumbrar con un vestido de cuentas de Versace con un enorme lazo de satén que se desplegaba para revelar una cola azul claro.
La actriz, cuyo esposo, el actor Ryan Reynolds, llevaba un esmoquin de terciopelo marrón, describió el vestido como un "homenaje" a la arquitectura de la ciudad de Nueva York, incluyendo la Estatua de la Libertad y el Empire State Building.
La lista de 400 estrellas de la moda, la música, el cine, la política y de los negocios, especialmente estadounidenses, fue resguardada hasta el último momento e incluye a personalidades como Beyoncé, Billie Eilish, Justin Bieber, Olivia Rodrigo y Glenn Close.
El hombre más rico del mundo, Elon Musk, prometió en la alfombra hacer de Twitter la red social "más inclusiva posible", mientras que Hillary Clinton alabó el "espíritu de Estados Unidos" que irradiaba la gala.
La sacerdotisa Anna Wintour
La eterna directora general de Vogue, Anna Wintour, brilló en un vestido Chanel. Ella, la alta sacerdotisa del evento, valida las invitaciones a la gala.
El ticket para la prestigiosa gala es costoso: 35.000 dólares por un puesto en la cena, de 200.000 a 300.000 dólares vale la mesa pagada por un mecenas, según cifras no oficiales de 2021. Un total estimado de 16 millones de dólares.
Para la edición de 2021, postergada de mayo a septiembre de ese año debido a la emergencia sanitaria luego de una cancelación total en 2020, el espectáculo estuvo a cargo de Billie Eilish, transformada en Marylin Monroe con cabello rubio platinado y un vestido color melocotón con cola de Oscar de la Renta.
"Fin a la violencia armada"
La gala también fue ocasión para la política. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, arribó con una adornada chaqueta que dejaba ver en su espalda su eslogan de campaña "Fin a la violencia armada", en una ciudad azotada por la criminalidad.
Siguiendo la más pura tradición filantrópica estadounidense, la velada, iniciada en 1948 y tradicionalmente realizada el primer lunes de mayo, está destinada a financiar el departamento de moda del Met (The Costume Institute), y coincide con su principal exhibición anual.
La muestra fue presentada el lunes a la prensa ante la primera dama estadounidense, Jill Biden, quien la vio como "una celebración de los diseñadores y la moda que han dado forma a la verdadera identidad de Estados Unidos".
La exposición incluye una "Antología de la moda" estadounidense, una retrospectiva del siglo XIX al XX de un centenar de prendas destacadas y reinterpretadas de forma original por directores y diseñadores como Sofia Coppola, Martin Scorsese o Tom Ford.
El evento tiene lugar en momentos en que periodistas y editores de Vogue y otros del grupo de publicaciones internacionales Condé Nast (como GQ, Vanity Fair y Glamour) lanzaron un movimiento para crear un sindicato, que recordaron en las redes sociales con la frase "Met Gala 2022 la noche más larga de los trabajadores" sobre una portada de Vogue.
Kim Kardashian estilo Marilyn
Sobre la alfombra roja, se vieron menos excentricidades en comparación con los años anteriores. En 2019, el cantante y actor Billy Porter apareció como el dios del Sol, desplegando alas doradas y cargado por hombres con torsos musculosos.
Y nadie pudo igualar a Lady Gaga y su striptease iniciado con un gran vestido fucsia y terminado en lencería negra.
No obstante, Kim Kardashian, quien apareció vestida completamente de negro, incluso cubriendo su rostro, en septiembre pasado, cerró el espectáculo con un golpe de brillo: con el cabello platinado y recogido, lució un vestido beige brillante, emulando el que vistió Marilyn Monroe en su célebre canción "Happy Birthday Mr. President", en vísperas del 60 aniversario de la muerte del ícono mundial.
Creada en 1948, la gala estuvo durante mucho tiempo reservada a la muy alta sociedad neoyorquina. Pero Anna Wintour, que está a cargo desde 1995, asegura que la transformó en un evento de famosos, adaptado a la era de las redes sociales. Este año, el título de copresidente honorario también se le ofreció al jefe de Instagram, Adam Mosseri, junto a Wintour y a Ford.
La velada en sí tiene como coanfitriones a un cuarteto de estrellas: la pareja de actores Blake Lively y Ryan Reynolds, la actriz ganadora del Óscar Regina King y el comediante y músico Lin-Manuel Miranda, creador del éxito de Broadway "Hamilton" y autor de varias obras musicales en Disney.