Simpático y jocoso, el Viejito Pascuero tiene una de las tareas más difíciles de la historia: repartir regalos entre los niños del mundo en una sola noche.
Si tenemos en cuenta que, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), hay alrededor de 2.000 millones de menores de 18 años en el planeta, y que casi todos se portaron bien, ¿cómo puede este hombre ya entrado en años y algo gordito realizar tal hazaña?
Roger Highfield, autor de La física de Navidad, calculó que, en la noche del 24 de diciembre, Santa tiene que hacer casi 850 millones de paradas y para ello, si viaja en sentido opuesto al de la rotación de la Tierra, contaría con otras 24 horas para cumplir con su misión.
Pero, aún así, el tiempo sigue siendo extremadamente corto para semejante empresa.
La clave está en la velocidad con la que Santa tiene que viajar.
Según Highfield, quien es editor de la revista especializada New Scientist, para que Santa pueda llevar a cabo su tarea tendría que viajar a una velocidad cercana a la de la luz: 300.000 kilómetros por segundo... ¡imposible!
Así que la respuesta no parece estar en los principios de la física clásica, pues siguiéndolos se llegaría a una trágica conclusión: Santa murió en su primer loable intento por imitar a la luz.
Felizmente, para los que todavía creen en Santa, la física moderna puede ayudar a entender por qué sigue dejando regalos sin que nadie se dé cuenta.
Muchos Santas por el mundo
"Nadie lo ha visto, pero eso no significa que no exista", le dijo a BBC Mundo desde los laboratorios del Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra, el doctor en Física Experimental de Altas Energías, Daniel Tapia.
"Quizá la razón por la cual Santa Claus nunca ha sido visto es porque, al menos por esa noche, se comporta como un fenómeno cuántico", señaló el experto.
"En mecánica cuántica, el principio de incertidumbre de Heisenberg nos dice que si conocemos una variable muy bien, la otra variable no la podemos conocer con precisión. Podemos saber a qué velocidad viajará Santa, pero no su posición".
Santa puede estar en cualquier lugar del planeta a cualquier hora de la noche de Navidad. "Eso puede ser posible si Santa Claus es una superposición de estados cuánticos, es decir, una suma de muchos santas que se difuminan por todo el planeta".
Siguiendo la teoría del físico mexicano, cada uno de los estados cuánticos de Santa le daría un regalo a cada niño que tiene que estar dormido al momento de la entrega.
Pero ¿qué pasa si un niño lo ve esa noche? "Se conocería su posición exacta, lo cual provocará que el estado cuántico colapse y que ya no se puedan repartir más regalos", aseguró con desilusión el investigador.
Así que la maravilla de Santa depende de que nunca lo veamos, pues si lo llegamos a ver, deja de existir.
La nube de relatividad
Para evitar que un niño insomne le dañe la sorpresa a otros miles de niños, Santa podría apelar a su vasto conocimiento científico.
"Los niños no deberían creerle a quienes dicen que Santa Claus no es real porque no hay forma de que pueda entregar juguetes en todo el mundo en una sola noche. Sí hay una manera de hacerlo y está basada en la ciencia", indicó Larry Silverberg, profesor de Mecánica e Ingeniería aeroespacial de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos.
En una ponencia que Silverberg presentó en 1997, el científico planteaba que Santa tiene muy claros los principios de la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein y que, a diferencia de nosotros, es un experto en manipular y controlar el espacio y el tiempo.
Gracias a su conocimiento extraordinario de la física, Santa creó una nube de relatividad, dentro de la cual el espacio, el tiempo y la luz se perciben de una manera totalmente diferente a como se perciben fuera de ella.
"En la nube, Santa cuenta con meses para entregar los presentes. Desde adentro, él ve el mundo congelado", plantea el experto en los documentos consultados por BBC Mundo.
Los que estamos afuera de esa nube, sólo veríamos pasar un punto fugaz. Y seis meses dentro de ella es un abrir y cerrar de ojos para nosotros. Por eso, Santa no tiene apuro cuando entrega los regalos.
Literalmente, planteó Silverberg, Santa tiene todo el tiempo del mundo.
Un bulto de nanoestructuras
Santa también podría descartar salir de su casa y optar por las ventajas de la nanotecnología.
Gerardo Herrera, físico del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados de México (CINVESTAV), le explicó a BBC Mundo que científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe de Alemania y del Imperial College de Inglaterra encontraron la manera de hacer que un objeto desaparezca de la vista en tres dimensiones, es decir, lo hicieron invisible.
"Los investigadores lograron poner un objeto microscópico en un bulto de nanoestructuras de oro que distorsionaron la luz para darle la vuelta al objeto de forma tal que se volvió invisible", señaló Herrera.
Sin embargo, Santa tendría que esperar un poco para hacer uso de este descubrimiento, pues en la actualidad no es posible obtener los mismos resultados con objetos del tamaño de una pelota o de una muñeca.
Cuando se logre, quizá en pocos años, Santa Claus tendría más tiempo para distribuir los regalos por el mundo, indicó Herrera.
"Los colocaría con más calma días antes de Navidad. Los dejaría fuera de la mirada de los niños con una cubierta de nanoestructuras que los hiciera invisibles hasta que la noche del 24 de diciembre, con una simple llamada de celular y haciendo uso de los recursos de computo GRID, los hiciera aparecer desde la comodidad de su casa en el Polo Norte", reflexionó el físico.
Desde el espacio
En su noche más atareada, Santa también podría pedirle apoyo a la agencia estadounidense responsable de los programas espaciales.
"En la actualidad, la NASA cuenta con varios sistemas de propulsión y tecnologías de dispersión de calor, pero ninguna -hasta donde yo sepa- podría aproximarse a satisfacer las necesidades de velocidad que requiere Santa Claus para viajar", le informó a BBC Mundo Clinton Cragg, ingeniero principal del Centro de Ingeniería y Seguridad de la NASA (NESC).
Sin embargo, una nave en órbita como el Transbordador Espacial o la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) podría servirle a Santa como un punto de reabastecimiento de regalos, acotó el experto que estuvo detrás de la cápsula que permitió el rescate de los 33 mineros chilenos.
"De esta manera, Santa Claus no tendría que cargar con los regalos de todo el mundo en un solo viaje, lo que le permitiría proceder en su misión con mayor rapidez. Las velocidades para mantener en órbita (la ISS y el Transbordador) podrían ser suficientemente altas para seguir el paso frenético de Santa Claus", explicó Cragg.
El supertrineo espacial
Como es una sola vez al año, quizás en vez de viajar en la tranquilidad de una nube, Santa prefiere sentir la adrenalina de pilotear un supertrineo. Pero ¿cómo sería ese trineo?
"No es como el que conocemos. Es redondo y está equipado con tecnología de punta. Tiene una capsula al frente con una ventana gigante, dos cohetes enormes a los lados y un tanque de combustible enorme en la parte de atrás", le dijo a BBC Mundo Pete Rodríguez, ingeniero aeroespacial que trabajó con la NASA más de 30 años.
"Cada vez que Santa se detenga para dejar los regalos, abrirá una compuerta por la cual saldrá un avioncito que está programado para que lleve el regalo al niño correspondiente".
Para que Santa pueda cubrir todo el planeta, tiene que salir del Polo Norte, llegar al Polo Sur y devolverse. Esos dos trayectos los tiene que hacer 48 veces mientras la Tierra gira para que nadie se quede sin regalo.
"Él está todo el año preparándose para hacer las entregas del día de Navidad y con la tecnología lo puede hacer", indicó Rodríguez.
Logística terrenal
Pero si Santa Claus no solicitó con tiempo los permisos correspondientes para usar las naves en órbita de la NASA, es posible que, a días de la esperada noche, se haya quedado sin esa opción.
¿Quién podría ayudarlo?
"Lo que Santa Claus quiere hacer el día de Navidad es una operación logística enorme", le dijo a BBC Mundo, Jim Daniell, jefe de Relaciones Públicas de la empresa de transporte y entrega de paquetes UPS.
"Le diríamos que haga uso de la tecnología más avanzada y que se apoye en sus elfos. Una operación así no la puede hacer solo".
En conversación con BBC Mundo, Ian Silverton, director de operaciones de Fedex en España y Portugal, coincidió con esa opinión y señaló que "si Santa le pidiera prestada su herramienta tecnológica estrella, le daría el tracking and tracing (seguimiento y rastreo)".
Otra posibilidad sería algo parecido alDelivery Information Acquisition Device(DIAD IV) de UPS, pues su batería dura casi todo un día, cabe en una mano, tiene 128 megabytes de memoria y funciona con el sistema operativo Windows CE.NET.
"Es una pequeña, pero poderosa computadora que le permitirá tener acceso al sistema de posicionamiento global (GPS), monitorear las entregas y comunicarse con su central en el Polo Norte", indicó Daniell.
Gracias a las redes inalámbricas, Santa Claus podría retransmitir datos en tiempo real, recibir información de último minuto sobre algún niño que siga despierto y aprovechar al máximo su posición geográfica para hacer la mayor cantidad de entregas en el menor tiempo posible.
Santa también podría usar el software Roadnet que, con algoritmos, diseña y planea las rutas diarias de los conductores de UPS.
Ya sea hurgando en la imaginación, en la ciencia o en la tecnología, la pregunta de cómo hace Santa para entregar todos los regalos en una sola noche seguirá desvelando a varias generaciones de niños, algunos científicos y uno que otro periodista curioso.