Nina Tandon estudió Ingeniería eléctrica en Cooper Union, y mientras trabajaba en una gran empresa de telecomunicaciones siendo testigo directo de creación de tecnología, decidió entrar a una clase comunitaria de fisiología en Nueva Jersey. Aquí comenzó a ver los paralelos entre la electricidad y el cuerpo, descubriendo que las ecuaciones que mandan las señales a través de los nervios en los humanos son las mismas desarrolladas para cables transatlánticos. Así que se decidió a entrar a la universidad pensando en la biología como su guía, graduándose de ingeniería eléctrica en MIT, bioeléctrica en el mismo lugar y luego biomedicina en Columbia.

Uno de sus experimentos más singulares cuando estudiaba en Italia con una beca Fullbright, sobre la reconstrucción de partes y órganos del cuerpo, fue la creación de una nariz electrónica que podía “oler” el cáncer de pulmones en el aliento de los pacientes. Luego durante su doctorado en Columbia, se especializó en estimulación eléctrica para ingeniería en tejido de piel, neural, óseo y cardíaco, donde logró crear corazones de 3 mm que latían.

Hoy además es la fundadora de Epibone, un emprendimiento científico que hace crecer huesos artificiales para una persona desde sus propias células. Usando vástagos de células adultas del paciente, un modelo 3D y un biorreactor, crean el hueso específico que se necesita. Este proyecto podría solucionarle la vida a 900.000 personas en Estados Unidos que requieren “huesos nuevos”.

Su sueño es crear todo tipo partes del cuerpo, como órganos y diferentes tejidos, desde el mismo cuerpo de una persona a través de la ingeniería. Si el material actual de las prótesis y reemplazos de órganos son hechos de plástico y metal, ella quiere lograrlo desde el propio humano y sus células.

Su conocimiento y proyectos sobre ingeniería, electricidad y células la tiene hoy supervisando proyectos de ingeniería en Cooper Union y en la Universidad de Columbia, además de ser la CEO de Epibone.Además es una TED: le ha valido diferentes premios como  que promueve una solución hecha para cada persona, y no soluciones científicas promedio.

Además colabora con Brooklyn´s Genspace (un espacio comunitario de biotecnología) donde enseña a artistas y arquitectos como incorporar biología en sus proyectos.

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