Gigantescos pilares que denotan al mismo tiempo destrucción y creación.
Estas nuevas observaciones de enormes estructuras en el interior de la nebulosa de Carina fueron obtenidas con un instrumento instalado en el VLT, Very Large Telescope o Telescopio Muy Grande, el observatorio astronómico europeo de luz visible más avanzado del mundo que se encuentra en Cerro Paranal, en el Desierto de Atacama en Chile.
A diferencia de los célebres Pilares de la Creación en la nebulosa del Águila, una de las imágenes más icónicas del universo, las estructuras que vemos en estas fotos podrían llamarse Pilares de la Destrucción, según el Observatorio Austral Europeo, ESO por sus siglas en inglés.
Las torres y pilares que pueden verse en las nuevas imágenes de la nebulosa de Carina son inmensas nubes de polvo y gas dentro de un centro de formación de estrellas que se encuentra, aproximadamente, a 7.500 años luz de distancia.
Y lo que vemos es nada menos que la colorida nebulosa de Carina "devastada por brillantes estrellas cercanas", de acuerdo a los científicos de ESO.
Miles de imágenes a la vez
El VLT es un conjunto de cuatro telescopios y múltiples instrumentos, entre ellos el MUSE, Multi Unit Spectroscopic Explorer, un explorador espectroscópico que permitió obtener estas espectaculares imágenes.
MUSE provee espectros simultáneos de numerosas zonas adyacentes en el cielo.
La característica que hace de MUSE un instrumento tan potente es su capacidad para crear miles de imágenes de la nebulosa a la vez, cada una en una longitud de onda de la luz diferente.
Y esto permite a los astrónomos trazar las propiedades químicas y físicas del material en diferentes puntos de la nebulosa, explicó ESO.
"En nuestra Galaxia, la Vía Láctea, se siguen formando nuevas estrellas hoy en día. Estas estrellas se forman a partir de nubes gigantescas de gas y polvo, que por algún motivo colapsan hasta que en su interior se alcanzan las temperaturas suficientes como para encender el mecanismo que produce su energía: la fusión de átomos de hidrógeno en átomos de helio", explicó a BBC Mundo el Dr. Miguel Mass-Hesse, coordinador español de la red de difusión de ESO.
"Algunas de estas estrellas son relativamente pequeñas, como nuestro Sol, pero otras son mucho más grandes y mucho más luminosas. A medida que se van encendiendo, la luz que emiten estas estrellas va evaporando y destruyendo los restos de la nube en la que se formaron, limpiando el material a su alrededor hasta dejar una cavidad prácticamente vacía de gas y polvo. n estas imágenes podemos contemplar este fenómeno en todo su esplendor".
Puntos rosados
BBC Mundo pidió a Mass-Hesse que explicara en detalle que puede apreciarse en imágenes como la que vemos arriba, de la región R18 en la nebulosa de Carina.
"Los puntos rosados son estrellas que se encuentran todavía dentro de la nube de polvo original. El polvo absorbe la luz azul, dejando pasar sólo la componente más roja, de ahí el color que las vemos".
"Es un fenómeno similar al que ocurre en un atardecer de verano, en que el Sol atraviesa el polvo de la atmósfera y lo vemos enrojecido. En primer plano podemos observar un "pilar" de polvo que todavía no ha sido destruido (evaporado) por completo. Se trata de un proceso que requiere varios millones de años hasta dejar limpia la región de formación estelar".
"Las aureolas rosadas son sólo un efecto de cómo se han creado las imágenes y representan el color promedio de esas estrellas".
"El color de la imagen se ha obtenido combinando imágenes en distintas bandas mediante el instrumento MUSE. Se asemeja bastante a lo que sería el color natural de la región, si bien los contrastes están amplificados para resaltar los detalles".
"MUSE es un instrumento muy sofisticado que es capaz de fotografiar regiones muy extensas del cielo obteniendo cientos de imágenes en distintos colores, del azul al rojo. La combinación de estas imágenes a distintas bandas nos permite obtener imágenes muy atractivas, pero sobre todo nos permite aprender mucho sobre los procesos físicos que tienen lugar en estas regiones".
"Giro irónico"
En total, se han observado diez pilares y se ha detectado un vínculo claro entre la radiación emitida por estrellas masivas cercanas y las características de los pilares.
En lo que ESO describe como un "giro irónico", una de las primeras consecuencias de la formación de una estrella masiva es que comienza a destruir la nube en la que nació.
"La idea de que las estrellas masivas tienen un efecto considerable en su entorno no es nueva: se sabe que estas estrellas lanzan cantidades enormes de potente radiación ionizante (emisión con la suficiente energía como para arrancar electrones de los átomos). Sin embargo, es muy difícil obtener evidencia observacional de la interacción entre estas estrellas y su entorno".
Estrellas que destruyen sus creadores
El equipo de ESO analizó el efecto de esta radiación energética en los pilares: un proceso conocido como fotoevaporación, cuando el gas es ionizado y luego se dispersa, alejándose.
Observando los resultados de la fotoevaporación -que incluyó la pérdida de masa de los pilares- fueron capaces de descubrir a los culpables. "Había una clara correlación entre la cantidad de radiación ionizante emitida por las estrellas cercanas y la disipación de los pilares".
La ESO señala que "esto podría parecer una calamidad cósmica, con estrellas masivas destruyendo a sus propios creadores".
"Sin embargo, aún no se comprende bien la complejidad de los mecanismos de retroalimentación entre las estrellas y los pilares".
Estos pilares pueden parecer densos, pero las nubes de polvo y gas que componen las nebulosas son realmente muy difusas.
Es posible que la radiación y los vientos estelares de las estrellas masivas en realidad ayuden a crear puntos más densos dentro de los pilares que luego puedan acabar formando estrellas, según el equipo que analizó las observaciones, dirigido por Anna McLeod, estudiante de doctorado de ESO.
Para el Obervatorio Espacial Europeo, "estas impresionantes estructuras celestes tienen mucho más que contarnos, y MUSE es un instrumento ideal con el que poder demostrarlo".
¿Qué siente Mass-Hesse al ver estas imágenes?
"Estas imágenes nos muestran de manera directa cómo se forman nuevas estrellas a partir del polvo y el gas interestelares. Estas partículas de polvo se formaron en el interior de otras estrellas masivas, que estallaron como supernovas al consumir su combustible nuclear, esparciendo sus cenizas al medio circundante".
"Al formarse nuevas estrellas, este polvo interestelar se condensará en la forma de nuevos planetas rocosos como la Tierra, en los que la vida tal vez se desarrolle en un futuro aún muy lejano".
"Al contemplar estas imágenes estamos viendo cómo se formó el Sistema Solar en que habitamos, y comprendemos por qué , literalmente, no somos más que 'polvo de estrellas'".