Tras décadas debatiendo sobre los peligros o no de los alimentos genéticamente modificados, un informe elaborado por 20 de los mejores científicos de Estados Unidos llegó a la conclusión que no hay absolutamente ninguna evidencia de que estos cultivos sean dañinos para la salud o el medioambiente.
En un informe de 400 páginas, la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina -principal organismo asesor de EE.UU. para temas científicos- también informó que las nuevas tecnologías "han difuminado las diferencias entre cultivos transgénicos y tradicionales".
Sin embargo, activistas ambientales pusieron en duda los hallazgos y dicen que hay conflicto de intereses por los lazos que se han creado entre la academia y las empresas agrícolas que producen las semillas transgénicas
Los expertos revisaron 20 años de literatura científica -unas 900 publicaciones-, escucharon las observaciones de científicos, ingenieros y activistas en 80 congresos y leyeron más de 700 comentarios que usuarios dejaron en el sitio de la institución sobre los efectos de cultivos genéticamente modificados (GM) de maíz, soya y algodón.
"Escarbamos bien a fondo en la literatura para tener una mirada nueva sobre los datos que hay sobre los cultivos GM y los convencionales", explicó el profesor Fred Gould, jefe del comité investigador y codirector Centro de Ingeniería Genética de la universidad de Carolina del Norte.
Impacto en la salud
El panel de expertos no encontró evidencias que vinculen el consumo de alimentos transgénicos con el desarrollo de enfermedades. |
Tras buscar cualquier indicio sobre posibles daños para la salud que sea directamente atribuible a alimentos transgénicos, los expertos no pudieron encontrar ni una prueba.
"Los estudios que se han hecho en animales y en la composición química de cultivos GM no muestran diferencias entre los alimentos transgénicos y los convencionales que pueda implicar un mayor riesgo para la salud que el consumo de los convencionales", se lee en el comunicado de la Academia.
Si bien los expertos aclaran que a la fecha no se han hecho investigaciones sobre los efectos a largo plazo para la salud del consumo de transgénicos, "los datos disponibles no muestran asociaciones entre los GM y enfermedades o trastornos crónicos".
Impacto en el medio ambiente
El algodón, maíz y soya representan casi la totalidad de cultivos transgénicos. |
En este aspecto, los investigadores tampoco encontraron pruebas de que los cultivos transgénicos puedan estar afectando las especies silvestres o que tengan un impacto negativo en el medio ambiente.
Al contrario, el comité sugirió que los alimentos modificados podrían jugar un papel importante en el cambio climático, pues se pueden crear cultivos más resistentes a los embates del clima.
Sin embargo, el panel de expertos advirtió que en este aspecto se necesitan más estudios para entender los posibles usos de la tecnología así como la seguridad y eficacia de cultivos específicos.
"La tecnología está cambiando con tal rapidez que necesitamos ver hacia dónde nos llevará en el futuro", comentó Gould.
Impacto en la agricultura
El panel de investigadores recomendó ayudas para pequeños y medianos agricultores que quieran cultivar GM. |
En cuanto a los efectos de cultivos transgénicos en la agricultura, los expertos concluyeron que la soya, algodón y maíz GM -que representa casi la totalidad de cultivos transgénicos a la fecha- por lo general tiene resultados económicos favorables para los productores que han adoptado esta actividad.
También aclaran que los beneficios económicos para productores pequeños y medianos dependerán del apoyo institucional para que sean competitivos en un mercado global
Sin embargo, el comité descubrió que en muchos lugares las hierbas malas se han hecho resistentes al herbicida glifosato, utilizado en la mayoría de cultivos GM, por lo que recomienda más estudios sobre cómo tratar estas hierbas resistentes.
"Conflicto de intereses"
Para activistas contra productos transgénicos, ésta no es la última palabra. |
Estas conclusiones no han sido bien recibidas por algunos activistas contra los transgénicos.
La plataforma estadounidense Food & Water Watch publicó un comunicado en donde ponía en duda la veracidad del informe.
"Los lazos (de la Academia) con compañías de tecnología y otras corporaciones de agricultura son tales que han creado conflictos de intereses en todos los niveles de la organización, lo que reduce la independencia e integridad del trabajo científico del comité", se lee en el sitio.
Entre los conflictos que la organización asegura haber encontrado con la Academia Nacional de Ciencias están "los millones de dólares en financiación" que reciben de las compañías de biotecnología o las invitaciones que hacen patrocinadores como la multinacional Monsanto y científicos a favor de alimentos transgénicos a participar en informes y trabajos del comité.