Bloomberg

Un sucesor más sofisticado del telescopio espacial Hubble de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla en inglés) no se lanzará por lo menos hasta mayo del 2020 a fin de permitir pruebas adicionales y corregir errores de producción en un proyecto que requerirá más dinero del Congreso.

El nuevo telescopio espacial James Webb, de US$8.000 millones, está diseñado para mirar incluso más atrás en el tiempo que el Hubble, explorando los primeros albores del universo, la formación de estrellas y fenómenos demasiado lejanos para indagarlos con la tecnología actual.

El Webb, cuyo lanzamiento ahora está retrasado en dos años respecto de la fecha original, tiene un espejo primario de 6,5 metros. Eso es casi el triple del tamaño del espejo primario del Hubble, que ha emocionado a los científicos con sus descubrimientos y proporcionado un flujo constante de imágenes asombrosas del cosmos desde su lanzamiento, hace 28 años.

El contratista Northrop Grumman Corp. está llevando a cabo el ensamblaje final de Webb en Redondo Beach, California, que incluye la integración de su enorme escudo solar. El telescopio ha tenido varios problemas, como roturas en el escudo solar y el uso de una sustancia química que dañó accidentalmente algunos sellos. Algunas partes tuvieron que ser rediseñadas, de acuerdo con la NASA.

"Tenemos una oportunidad para hacer esto bien antes de ir al espacio", dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado para la dirección de la misión de ciencia de la NASA. "El fracaso no es una opción."

El problema del Hubble

El Hubble se lanzó con un vergonzoso error que hacía que su espejo fuera virtualmente inútil. La NASA tardó tres años en adaptar el telescopio con nuevas cámaras para corregir el error.

El escudo del Webb es aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis y mantendrá los espejos e instrumentos del telescopio protegidos del sol a la vez que les permitirá operar a temperaturas de hasta menos 388 grados Fahrenheit (menos 223 grados Celsius). El telescopio y su carga científica aún deben integrarse con el blindaje y la aviónica de vuelo, el sistema propulsor y los paneles solares.

El lanzamiento del Webb estaba programado originalmente para este año, antes de que las demoras de trabajo hicieran que la NASA lo pospusiera a la primavera del 2019. La agencia tiene un 70 por ciento de confianza en que el telescopio estará listo para la acción en mayo del 2020, dijo Zurbuchen en una conferencia telefónica con la prensa.

Northrop Grumman dijo en un comunicado que "se mantiene firme en su compromiso con la NASA y con asegurar una integración, lanzamiento y despliegue exitosos".

Lo que destruyó de presupuesto

La última demora pondrá al Webb por encima del límite presupuestario de US$8.000 millones establecido por el Congreso, lo que obligará a la NASA a solicitar fondos adicionales. Aún no se sabe cuánto dinero adicional se necesitará, dijo a los periodistas el administrador interino Robert Lightfoot Jr. La agencia informará este verano al Congreso sobre los costos y avances del proyecto, dijo.

El Webb fue bautizado en honor a quien fuera titular de la NASA desde 1961 hasta 1968 y quien ayudó a crear los programas Mercury y Apollo. El telescopio se lanzará a bordo de un cohete Ariane 5 desde la Guayana Francesa.

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